Dispar film belga que logra una ambigüedad en el espectador como es por momentos hacerlo bostezar y por otros que el sueño se disipe. Aquí encontramos una trama con demasiadas vueltas en donde un conductor de un tren ve como su hijo se suicida y a partir de allí tratará de vengarse de las personas que lo llevaron a esa decisión. Hay acción con escenas bien logradas, pero otras, muchas, que no conducen a nada dentro de una pelicula con una temática que vimos muchas veces y mejor. Dentro de las actuaciones Antonio de la Torre esta bien, no hace nada espectacular, pero cumple y los demás dentro de una misma tonalidad están correctos en donde Marine Vacth se destaca por su belleza. Mediocre.