Grata sorpresa inicial que se ha ido desinflando poco a poco, aunque recupera el tono a tiempo para un final bastante agradable.
Lo mejor de la cinta son sin duda las actuaciones. Los secundarios como Julianne Moore, Winona Rider o Monica Belluci da gusto verlos juntos. Alan Arkin cumple muy bien su papel de marido alejado, como si las cosas no fueran con él. Pero sin duda las que se llevan la palma son Robin Wright Penn, que está maravillosa y es gracias a ella que la película gana enteros y su versión joven, encarnada por Blake Lively, que se defiende maravillosamente, amén de una Maria Bello superencantadora, superexagerada.
El guión comienza maravillosamente, alrededor de una historia dramática, que se nos presenta en cierto grado de forma simpática y especial. Tiene cosas agradables o sorprentes, pero también predecibles, lo que hace que a mitad de la cinta nos comencemos a cansar un poco del film, pero rebecca Miller consigue que no desenganchemos del tema y sigamos interesados en las vidas privadas de Pippa, una mujer no tan diferente del resto como pueda parecer en un principio.
En resumen, una cinta muy recomendable por el gran elenco de actores (sobre todo actrices) que reune alredor de un personaje especial y que sin saber por que nos cae simpática en el drama y en el humor.