El cine español tenía esas cosas antes, utilizaba todo tipo de entornos para describir situaciones de relaciones humanas. Si el cine en general ha sido antropocéntrico, el español más.

Por eso no comprendo algunas críticas a la película de Borau por el maltrato animal. Pero si aquí hasta hace dos días no teníamos ni Ministerio de Medio Ambiente. El español ha matado a todo bicho viviente que se le ha puesto por delante. No recuerdo el libro, pero era de un general alemán de la SGM, que decía que Hitler no le gustaba España por su forma de despreciar el medio físico. Hitler era ecofascista y nosotros ecocidas.

¿Han cambiado las cosas? Porque no quedaba más remedio, la UE se ha encargado de ello, pero si van a cualquier pueblo este fin de semana verá como más de una “alimaña” termina con Félix Rodríguez de la Fuente antes de que termine el día.

“Furtivos” es una obra dura, áspera, sin concesiones al público, que tiene más defectos de los que se suele comentar, pero que nos guste o no, es una pieza clave de nuestro cine tardofranquista que forma parte del patrimonio cinematográfico nacional. Como nuestra flora y fauna. Respétalos.

Nota: 6,8.