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Voto de vircenguetorix:
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Aventuras
En un imaginario país, la víspera de su coronación, el rey es secuestrado por su ambicioso hermano, que desea arrebatarle el trono. Los hombres de confianza del monarca intentan ganar tiempo y convencen a un turista para que suplante temporalmente al rey. El parecido entre ambos es tan extraordinario que nadie nota la diferencia. A continuación, se prepara una expedición para rescatar al verdadero rey, que ha sido encerrado en el ... [+]
1 de agosto de 2007
10 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
A Richard Thorpe después de estar toda la vida haciendo películas de serie B para el estudio de turno le llegó en la década de los años 50 su gran oportunidad con películas de alto presupuesto y grandes estrellas de la época.
Mi impresión es que lo aprovechó bien, a pesar de que su cine no sea ninguna maravilla, sí que al menos consiguió reencontrar al público con el cine de evasión y aventuras al más puro estilo clásico de los cuarenta con las películas de piratas por ejemplo.
El año 1952 es su año clave con los estrenos de “Ivanhoe” y “El prisionero de Zenda”, ambas son un éxito fulgurante, que demuestra que ciertas maneras apuntadas en sus anteriores películas “El valle de la venganza” y El Gran Caruso” eran ciertas.
Hoy comentaré “El prisionero de Zenda” que es para mucha gente la mejor película de Richard Thorpe. Yo no soy tan entusiasta con este “remake” –porque es eso, bastante calcado por cierto del de 1937- por muchos motivos.
Para empezar la historia del británico que llega a Centroeuropa de turismo y termina solucionando los problemas que se crean no es santo de mi devoción. Lo de la suplantación tiene mucha endeblez narrativa –sin ir más lejos el idioma –todos sabemos la facilidad que tienen los ingleses para los idiomas ¿verdad? O el acento para ser más generoso... de todas formas como decía Hitchcock si nos ponemos a analizar todas las tramas estas caerían por su propio peso por inverosímiles, por lo tanto dejémoslo.
Pero lo que no dejo es que como suele suceder se hagan versiones de obras literarias tan libres. En la primera parte de la película se sigue más o menos la novela –repito más o menos- pero es que la segunda parte cuando se inicia el asalto al castillo el grado de coincidencia ya empieza a ser irrisorio, no mayor de un 20% siendo generosos. Al menos respetan el final que es algo.
Una trama compleja y de aventuras como la de Hope la convierten desde el principio en una historia romántica cortesana con tintes aventurescos que no es el sentir del libro.
Entiendo perfectamente que la gente quisiera ver a Stewert Granger -por cierto que actor más sólido y que poco reconocimiento tuvo y tiene- y Deborah Kerr –todo lo contrario que Granger, siempre estuvo y está hipervalorada- juntos ya que venían de rodar la estupenda “Las minas del rey Salomón” pero eso no justifica que monopolicen la historia hasta ese extremo.
Y como digo todo ese aire precipitado del final no creo que la favorezca en absoluto porque la rompe el ritmo anterior, no se si será algo de montaje o de presupuesto pero en los últimos quince minutos se nota cierta premura y desaparecen decenas y decenas de páginas de la novela.
Mi impresión es que lo aprovechó bien, a pesar de que su cine no sea ninguna maravilla, sí que al menos consiguió reencontrar al público con el cine de evasión y aventuras al más puro estilo clásico de los cuarenta con las películas de piratas por ejemplo.
El año 1952 es su año clave con los estrenos de “Ivanhoe” y “El prisionero de Zenda”, ambas son un éxito fulgurante, que demuestra que ciertas maneras apuntadas en sus anteriores películas “El valle de la venganza” y El Gran Caruso” eran ciertas.
Hoy comentaré “El prisionero de Zenda” que es para mucha gente la mejor película de Richard Thorpe. Yo no soy tan entusiasta con este “remake” –porque es eso, bastante calcado por cierto del de 1937- por muchos motivos.
Para empezar la historia del británico que llega a Centroeuropa de turismo y termina solucionando los problemas que se crean no es santo de mi devoción. Lo de la suplantación tiene mucha endeblez narrativa –sin ir más lejos el idioma –todos sabemos la facilidad que tienen los ingleses para los idiomas ¿verdad? O el acento para ser más generoso... de todas formas como decía Hitchcock si nos ponemos a analizar todas las tramas estas caerían por su propio peso por inverosímiles, por lo tanto dejémoslo.
Pero lo que no dejo es que como suele suceder se hagan versiones de obras literarias tan libres. En la primera parte de la película se sigue más o menos la novela –repito más o menos- pero es que la segunda parte cuando se inicia el asalto al castillo el grado de coincidencia ya empieza a ser irrisorio, no mayor de un 20% siendo generosos. Al menos respetan el final que es algo.
Una trama compleja y de aventuras como la de Hope la convierten desde el principio en una historia romántica cortesana con tintes aventurescos que no es el sentir del libro.
Entiendo perfectamente que la gente quisiera ver a Stewert Granger -por cierto que actor más sólido y que poco reconocimiento tuvo y tiene- y Deborah Kerr –todo lo contrario que Granger, siempre estuvo y está hipervalorada- juntos ya que venían de rodar la estupenda “Las minas del rey Salomón” pero eso no justifica que monopolicen la historia hasta ese extremo.
Y como digo todo ese aire precipitado del final no creo que la favorezca en absoluto porque la rompe el ritmo anterior, no se si será algo de montaje o de presupuesto pero en los últimos quince minutos se nota cierta premura y desaparecen decenas y decenas de páginas de la novela.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
De todas formas yo no quiero hacer mucha sangre con ella porque sí que me gusta en líneas generales. Sobre todo porque me encantan esas épocas donde lo moderno y lo antiguo se funden como es el esta historia y puedes ver duelos a espada y ferrocarriles, donde ves revólveres y uniformes fantásticos –vaya vestuario y decorados más magníficos- con castillos medievales.
Si a eso le sumas una buena música de Alfred Newman, el Technicolor inconfundible de la Metro de los cincuenta y uno de mis actores favoritos como James Mason creo que merece la pena degustar agradablemente esta aventura en la ficticia Ruritania, que más que un pequeño reino, parece la Viena de Sissi con esos palacios y fiestas.
Nota: 6,5
Si a eso le sumas una buena música de Alfred Newman, el Technicolor inconfundible de la Metro de los cincuenta y uno de mis actores favoritos como James Mason creo que merece la pena degustar agradablemente esta aventura en la ficticia Ruritania, que más que un pequeño reino, parece la Viena de Sissi con esos palacios y fiestas.
Nota: 6,5