Debo decir en primer lugar que yo también he sido un lector ávido de cientos de cómic de la Marvel –entre otros- en mi niñez, pero eso no me hace que tenga que estancarme en ellos para siempre y que esté impaciente por las innumerables versiones cinematográficas que salen una y otra vez en lo que llevamos de siglo. Curiosamente “Spiderman” es de las mejores cosas que se han hecho dentro de este subgénero de las viñetas llevadas a la gran pantalla aunque no deja de ser una película comercial, de cine multisala para degustar con palomitas, niños haciendo ruido y donde lo principal nos guste o no son los efectos especiales y el diseño de producción. Es decir, lo de casi siempre.

Particularmente el cómic de “Spiderman” –que leía con asiduidad- no era de los que más me gustaba, no le veo excesiva gracia a una historia cogida con pinzas –hoy todavía más- donde un freelance de la fotografía muy del estilo paparazzi va por ahí vestido con los colores de Superman yendo de garante de la paz y el orden. Es más, representa al típico chaval norteamericano medio bobo que de pronto tiene y hasta cierto punto era lógico que un tipo demasiado friki y muy cercano al heavy metal y al rollo de “voy de raro” como Sam Raimi se encargara de la dirección con unos resultados discretos pero económicamente positivos. Porque la clave de este negocia de los cómics es que tienes que hacerlo muy mal –y Raimi no es tan malo, ni el personaje tan poco interesante- como para no vivir del chollo los siguientes años, que por lo que parece es lo que hace nuestro director. A veces creo que el gran error de George E. Romero fue no dedicarse a la adaptación de cómics, lo de los zombies da mucho menos, que se lo digan a Raimi que no hace ya otra cosa –el que iba de independiente-.


La película es sosa, y eso que Tobey Maguire me parece perfecto como hombre araña, lo que pasa es que creo que la historia del duende –que villano con más poca presencia- no tiene casi ningún interés, deberían haber metido en la primera historia a gente como Kingpin, Octopus o Lagarto que tienen más miga. Y como siempre la historia de amor, con demasiados minutos, pero es normal, hay que cumplir con todos los perfiles de consumidores para que las salas se llenen.

Por cierto, ¿desde cuando el lanzarredes es natural?

Haber cuando hacen la película del Hombre de Hierro, que es de las más interesantes.