Clásica película para que los que se las dan de entendidos se explayen y expongan un gran ramillete de motivos para disuadir al espectador de que la vea. Pero ellos la han visto. ¿Por qué? Dejo esta espinosa cuestión en el aire.

La película en sí pretende taquillazo con una historia de romance, riñas y diversión que reune a dos estrellas del momento, con bombardeo justificado de primeros planos (quizá Cameron, aunque estilosa, luzca menos que otras veces).

Me pareció más divertida de lo que suponía, y encontré muy atractivo el comienzo, con el desenfreno nocturno de Las Vegas. El devenir del argumento es casi lo de menos, porque no nos engañemos... ¿alguien espera en una película como esta que las cosas sucedan de otro modo?.

Pasé un buen rato que era lo que pretendía. Y a los sabios del séptimo arte, gracias por sus desvelos pero en un buen fondo de armario debe haber tanto trajes de vestir como pantalones vaqueros.