Historia instauradora de temas controvertidos e innovadores en la voz de una mujer de la época, con una visión del mundo diferente, ha desembocado en varias adaptaciones cinematográficas.
El diseño del film adopta un montaje alternado temporalmente, el cual inicia cerca del final cronológico de la historia y nos deja una incógnita que luego retomará antes el cierre. Entre medio, veremos pasar algo de la infancia de Jane mostrada mediante algunos flashbacks cortos y la parte central del film, un recuerdo plasmado en varias secuencias que nos muestra la historia de amor. Esta puesta no sólo es atractiva, sino que además se muestra muy eficiente como soporte de los contenidos.
Se trata de una película fuertemente analizable desde la naturaleza de los signos. Lo indicial de los gestos, las posturas, las expresiones, las miradas, el tono de la voz, etc. significan por sí mismos. La manera de representar la diferencia de clases y de jerarquías se basa fuertemente en los signos iconográficos puestos de manifiesto con la escenografía y el vestuario por ejemplo. Por último, los diálogos y la construcción de los personajes simbolizan los pensamientos y, al mismo tiempo, hacen de Jane un ser distinto.
Sobre los contenidos, hay que decir que la temática central es la visión de Jane de sí misma y como mujer en un mundo, en esa época, hecho para los hombres. Su rebeldía desde niña le trae problemas, pero son estos mismos los que la hacen una persona fuerte y con convicciones bien definidas. El desarrollo de esta temática se encuentra muy bien desarrollada en los diálogos e interesantemente construida a través de las distintas miradas sobre Jane de los demás personajes.
La educación, el arte, el trabajo, la riqueza, la religión, la libertad… todas subtemáticas que rondarán a aquella principal: el género femenino. Por otra parte, hay constantes oposiciones entra la tristeza y la felicidad, el amor y la desdicha, lo interior y lo exterior.
La iluminación de estilo naturalista juega con el contraste y el contraluz, la oscuridad será predominante en la mayor parte del film, fundiendo el fondo en un todo negro, dejando los rostros iluminados por la luz del Sol o el fuego. Se ven algunos usos de la cámara en mano y varios planos largos que describen el paisaje, la arquitectura, los ambientes, a la vez que se desarrolla alguna acción de los personajes vistos en forma minúscula. Se recurre una y otra vez al desenfoque, alternando figuras y fondo. La música es otro punto alto, enfatizando el drama en los momentos claves.
Excelente historia narrada a través de una puesta muy atractiva, que acapara al espectador con su intriga, cautiva con la personalidad de Jane Eyre y es capaz de emocionar a los más románticos… resta saber si, para aquellos que leyeron el libro, la adaptación es tan buena como dice la mayor parte de la crítica.