Los planteamientos originales del filme, surgidos en las páginas de Marvel Comics, dan pie para muchas posibilidades narrativas. La dinámica y la tensión entre SHIELD e HYDRA son apenas uno de esos bastiones en los que puede entretenerse cualquier creador o guionista. Para la muestra esta película, que supera con mucho lo realizado en la primera versión de la historia en la que Chris Evans interpreta al noble Capitán América.
Esta segunda parte, si la queremos ver así en una época en la que las sagas se diluyen entre secuelas y precuelas, enfatiza aquellas nociones tendidas en la Segunda Guerra Mundial sobre experimentación con soldados y saca a relucir las líneas de un trabajo narrativo en el que los giros y las sorpresas tienen mucho potencial. Entretenido de principio a fin, lleno de grandes efectos especiales y con la distinción de unos grandes personajes encarnados por renombrados actores, vemos aquí un filme en el que las cuentas empiezan a saldarse con el concepto de súper héroe.