Excelente Giallo, de los menos considerados del maestro Argento donde si bien se dan practicamente todas las constantes del género, tiene algunos elementos que lo hacen en un particular producto. Cabe destacar, primero, que el vehículo por el que nos zambullimos por la historia, aquel que sufrirá los acosos del siempre mítico asesino de estas películas, no es una mujer, sino un joven músico interpretado con astucia por Michael Brandon, que se convertirá en la vícticma de una retorcida trama (como no podía ser de otra forma tratándose de un Giallo) donde se verá tremendamente angustiado por el curioso asesinato que será el protagonista en el primer tercio de cinta.

Argento, huye del juego de colores que su mentor Bava y él posteriormente utilizarían, construyendo un oscuro Giallo, rodado con la suficiente elegancia para hacer llevadero los siempre tramposos guiones de estas cintas. La escena de apertura ya es de por sí extraña, que nos indica que no vamos a ver un giallo al uso.

La cuidada puesta en escena ofrece escenas realmente magníficas, como la del parque y otros asesinatos que aunque con movimientos de cámara que rozan la churrería, dotan de cierto aire cómic al film.

Argento también incluye algunos momentos cómicos, que si bien parecen un respiro entre cada uno de las escenas truculentas que nos sirve la trama, no encajan para nada con el tono del film, aunque si bien siempre es un placer ver a una estrella del cine popular italiano como es Bud Spencer. Jean-Pierre Marielle está sublime como el investigador privado homosexual.

Un excelente cierre a la "trilogía animal" de Argento, que lamentablemente es uno de sus films más olvidados.