No voy a empezar esta crítica con frases como "El mago vuelve a hechizarnos con una nueva película" ni titulares de este tipo. Ni más ni menos sólo empezaré con un "Para ser la primera película que veo de Von Trier me ha gustado bastante". La verdad es que nunca he visto Manderlay ni Wonderland a las que tengo ganas de ver. Tampoco he visto en resumen ninguna de Trier por lo que esta película era para mi como la leche de tetra brick para un recién nacido, y no me salió agria la nueva leche. Me encontré con una comedia de oficinistas bastante bien pensada y bien narrada con grandiosas escenas y personajes muy bien retratados.

Los personajes son el punto fuerte de esta película, la flecha en la diana, la bala en la cabeza, la creme de la creme. Ya que estan retratados de una magnífica forma cada uno con sus gustos, odios, virtudes, defectos, sentimientos, hábitos, forma de expresarse y muchas más cosas que en definitiva forjan la personalidad del ser humano. Algo de esta película es que hay tanta gente con características tan diferentes y tanta variedad que seguro que el espectador, por mucho que odie la película se acabe identificando con alguno de los personajes. A parte de estar bien retratados sus frases y diálogos encajan exáctamente con su manera de ser, así como un miedica tartamudea al hablar.

El inicio con el propio Von Trier presentando un poco la historia y los personajes es un gran logro que mucho varía del actual cine que tenemos en que la mayoría de películas se limitan a describir un hecho sin transmitir nada, sólo mostrándonos que esa persona está cabreada o contenta pero no consigue pasar esa sensación al espectador, algo que si se consigue aquí. Uno de los puntos fuertes es la historia, bastante original y con escenas (no todas, pero sí bastantes) desternillantes u otras que te hacen odiar a un personaje. Es lo que valoro yo en el cine, las películas que no sólo te muestran un suceso sino que además te hacen formar parte de él ya sea directa o indirectamente, ya que opinas sobre lo que ocurre con la historia, algo bastante logrado.

La banda sonora es buenísima, más que nada porque no tiene. Es una película que me recuerda a Caché o No es país para viejos en el sentido de que al no tener música hace al espectador centrarse más en la historia central y no en que canción está sonando en este momento. Porque aunque la trama no sea para nada compleja sino bastante sencilla la belleza radica en los pequeños detalles que ocurren en un segundo plano cual película de David Zucker.

He de añadir que la escena de sexo es una sobrada bastante evidente por eso le pongo un siete. Bastante recomendable a los de risa fácil, difícil o inteligente, para fans de Von Trier o para cualquier persona con buen gusto.