M. Night Shyamalan había hecho un único film antes de remecer Hollywood con esta gran película. Ciertamente alude a tópicos comunes y su narrativa es "políticamente correcta" , pero el director de origen hindú consigue dotar a su film de un ambiente inquietante, nos va envolviendo en los miedos del niño (notable la secuencia en la tienda de campaña o la del funeral de la niña) y consigue sacudirnos con un final antológico. No es una película de horror visceral, pero cada secuencia parece tocar alguna fibra de nuestros miedos más intensos de la niñez (soledad, angustia, fantasmas debajo de la cama, etc.). El niño Haley Joel Osment probablemente pasará a la historia por su notable actuación y su clasica frase "I see dead people", en tanto que Bruce Willis consigue un papel excelente. demostrando que es un actor a veces demasiado encasillado en roles de "duro", pero capaz de registros más intensos (ojo con su papel en la muy buena "Ten Blocks"). Shyamalan consiguió su mejor película sin llegar a los 30 (nominaciones al Oscar incluídas) pero parece que al igual que Orson Welles y su "Citizen Kane", no podrá alcanzar las cotas de genialidad en sus films posteriores. De hecho su descenso creativo es inquietante a tenor de lo visto en "Signs" (buena), "The Village" (regular) y "The Lady in Water" (malísima).