Antes de nada, evitaré comparaciones con esdla, ya que me parecen películas completamente diferentes e incomparables. Tan sólo añadir que, se ha dicho en muchas críticas: " si te gusta esdla, pues el hobbit también". Pues bien, en mi caso nunca más lejos, y, a todos esos críticos: ¡olé!, ¡chapó! .

Podría ir por partes, detalle a detalle, pero no acabaría nunca. La película es tediosa hasta el fin. LLegó un momento en el que me daba igual lo que pasara, pues nada era capaz de lebantar el santo tostón que me estaba tragando.

Lo que más me ha llamado la atención han sido los "monstruos" que hablaban, sobre todo el dragón parlante. Parecía una película para niños, hasta las arañas hablaban. Hubo un momento con el dragón Smaug que pensé estar viendo "Shrek". Dicen que es el mayor dragón en la historia del cine, también el más cansino.

Con el tema Legolas, sólo decir que ha muerto parte del niño que yo llevaba dentro, y esto último lo digo muy en serio.