Qué rabia. No logro simpatizar con películas donde los personajes y la historia me son tan ajenos. Igual es un defecto mio. Además durante los primeros minutos te presentan a unos personajes tan definidos que ya no se saldrán de su papel. Si a eso le sumamos que todo el mundo conoce la historia...¡¡¡que me quedaba a mi para participar!!! En mi opinión, en las buenas películas, los espectadores siempre aportamos algo desde nuestra butaca, desde nuestra imaginación y la película esta no me dejó hacer nada de esto. Le sobran los sueños ñoños de la protagonista (O mejor dicho, la forma de contarlos de Javier Fesser), las operaciones a cuello abierto y la espectacularidad fácil de algunas imágenes. Se me hizo larga. Nerea Camacho o sobreactúa o no me gusta como actúa. Su historia de amor nunca me la creí, le faltaba la base, la química. Menudo dramón. Al dia siguiente de haberla visto, me reconcomía una duda: ¿Será el tema que no me interesa lo más mínimo lo que más me molestó?. La vi lejana, artificial, de plástico, de lágrima fácil. Si se trata de generar debate prefiero otros medios, utilizar el cine para esto es desaprovecharlo. Si quería contarnos cómo es el OPUS DEI perfecto, pero prefiero un documental. En fin, igual es la historia.