Algunos directores se han esforzado por llevar de manera satisfactoria al cine las historietas de superhéroes y sin duda hay trabajos memorables y bien realizados, pero cada vez que veo esta película me doy cuenta de que igual que a veces en el cine hay películas mejorables otras por el contrario son irrepetibles, y el Superman de Donner y Reeve lo es.

Porque es muy difícil que en una película basada en superhéroes podamos encontrar un director que haga que parezca una historia seria y coherente a la vez que emocionante y pasmosa, alguien que ponga todo su saber y empeño en ella. Que esto as u vez se fusione con una fotografía maravillosa para la época, bien contrastada y matizada. Que los actores sean principales o secundarios, den lo mejor de sí y se entreguen a un brillante y bien estructurado guion como es el de Mario Puzo, como si se tratara de su última actuación. Y como no podía ser de otra manera que todo esa bella puesta en escena se vea acompañada por una buena composición musical, pero es que la banda sonora de Superman no es que sea buena, es que sencilla y sinceramente es la mejor de toda la historia de los superhéroes; todo gracias también a alguien tan “Irrepetible” como esta música, Sí, John Williams. Y que todos estos factores unidos puedan convertir a un simple legendario pero simple comic en un Clásico del Cine.

Porque hoy tristemente la mayoría de películas de superhéroes serán recordadas por su recaudación de taquilla pero no quizás por su héroe y Superman puede jactarse no solo de tener en su lista de genios a personas como Gene Hackman, Marlon Brando o Glen Ford, sino de tener a un icono del cine, al que convirtió en alma viviente a esta leyenda de los comics, Christopher Reeve.

Superman es el modelo a seguir para los demás, porque las películas de superhéroes no son solo efectos especiales, son las personas que las hacen realidad las que te hacen creer durante unos instantes en este tipo fantasía, y eso es el Superman de 1978, la película que como su acertado eslogan decía: “Creerás que un hombre puede volar”.