En el mundo de la interpretación los actores interpretan a un personaje que por lo general no tiene nada que ver con la personalidad del actor. Eso es lo común, pero como en todo hay excepciones, y la más conocida es la del fiestero Charlie Sheen que recrea al igual de fiestero Charlie Harper en "Dos hombres y medio", la serie que analizaremos a continuación.

Dos hombres y medio es una sitcom creada por Chuck Lorre y Lee Aronsohn. La serie narraba las desventuras de los hermanos Charlie (Charlie Sheen) y Alan Harper (Jon Cryer) y el hijo de Alan, Jake (Angus T.Jones). La comedia jugaba con las personalidades opuestas de los hermanos; mientras Charlie es un seductor fiestero que vive en un casoplón de Los Ángeles, Alan es un fracasado al que su mujer ha echado de casa y que al no tener donde alojarse se instala en casa de su hermano Charlie, aunque a este no le haga gracia esto.

La serie es una comedia ingeniosa con toques de humor negro, pero sobretodo con muchos chistes de drogas y sexo. DHYM también sabe jugar con las situaciones cómicas, a veces no se necesitan palabras para crear humor, solo con observar la absurda situación ya es suficiente para soltar una carcajada. Por otra parte, los productores saben que no se puede hacer una gran serie con solo 3 personajes, por ello han creado un fabuloso elenco de secundarios muy carismáticos que se han hecho imprescindibles, como Rose (Melanie Lynskey), la chiflada obsesionada con Charlie, Evelyn (Holland Taylor), la madre de los hermanos o Berta (Conchata Ferrell), una asistenta dura y agresiva entre muchos otros.

Lo que odio de esta serie es su exagerado humor escatológico, (en cada episodio suele haber 1 o 2 momentos asquerosos) lo que la hace una serie no recomendable de ver mientras comes. También se echa en falta la aparición de nuevos escenarios, que el 80% de la acción transcurra en la casa de Charlie acaba resulta cargante, aunque es un error que en las últimas temporadas acaban subsanando. Otro punto a destacar es que tras las primeras temporadas los personajes se caricaturizan en exceso, acaban perdiendo su mundo interior y su seriedad para acabar siendo una mera caricatura de su actitud, aunque esto ayuda a la fluidez de la serie.

Veredicto final: Dos Hombres y Medio es una de las mejores series de comedia de la historia, es ingeniosa, divertida y adictiva. Merece la pena disfrutarla y es una serie imprescindible para los seriéfilos (Puntuacion: 8/10).