Coppola ha logrado exhibir la vida de esta sociedad secreta delictiva desde dentro, al punto de hacer sentir al público una importante empatía por sus integrantes.
Interesante la lucha de generaciones de la familia para blanquear la vida hacia un contexto legal y no lo logra, en medio de códigos atávicos, pactos viejísimos, lealtades que no pueden deshacerse, que nunca pueden deshacerse y que marcan un sino en la existencia de todos sus integrantes que sólo lo consiguen a cambio de su propia vida.
Magnífico el Director, cada actor, y excepcional cada cuadro, que resulta ser acabado y de antología.
Mención especial para el de la muerte de don Corleone, que es un derroche de simpleza, economia e imagen, con el marco de los trapos tendidos en la quinta, mientras la cámara se aleja.