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Voto de Vagabundoespiritual:
3
Terror. Thriller Desesperada por cuidar a su hermano gravemente enfermo, la joven Iris (Brittany Snow) se deja ayudar por Shepard Lambrick (Jeffrey Combs), un aristócrata que la invita a cenar en su casa. Cuando llega a la mansión, Iris comprueba que también han sido invitados otras siete personas, todas tan necesitadas de dinero como ella. Pronto se encontrarán atrapados en la mansión de Lambrick y obligados a jugar a "Would You Rather" (¿Qué ... [+]
12 de abril de 2013
11 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando visioné el tráiler de Would You Rather, me pareció que podría ser una película muy interesante, una de esas películas de bajo presupuesto (las llamadas serie b) que depara gratas sorpresas. Si tenemos en cuenta que las historias con gente muy dispar encerrada en espacios confinados y que tienen que hacer frente a diversas situaciones o pruebas (en la mayoría de los casos límites para seguir con vida) me suelen agradar y mantener atento durante todo metraje, la cosa no pintaba mal.

Existen multitud de títulos que abordan las someras coordenadas mencionadas, desde la magnífica El Experimento de Oliver Hirschbiegel, la estupenda Saw de James Wan (el resto de secuelas es otro cantar, aunque la segunda parte mantenía el tipo), la interesantísima y muy recomendable The Killing Room de Jonathan Liebesman, la entretenidísima y tramposa Identidad de James Mangold o la irregular Exam de Stuart Hazeldine. Destacaría también la (buena) cinta española de Marcelo Piñeyro, El Método, a pesar de no encajar en los parámetros del thriller o del terror. Con los precedentes mencionados en la memoria y con ganas de dejarme llevar por un carrusel de tensión, angustia y crueldades, me dispuse al visionado de la cinta del señor Guy Levy (que podría traducirse por: Tú qué prefieres).

El argumento es (o debía ser) una escusa para generar situaciones límite, a saber: un grupo de ocho personas son invitadas a participar en una velada organizada por una fundación filantrópica, donde deberán superar diversas pruebas (no se les comunica de qué tipo), siendo la persona que las supere (el vencedor) obsequiada con una cuantiosa cantidad de dinero. La protagonista de la historia, Iris (Brittany Snow) es una joven que a duras penas se gana la vida como camarera y debe hacerse cargo de su hermano enfermo que necesita un trasplante de médula para seguir viviendo. Junto a ella otros siete participantes con motivaciones similares a las de Iris son invitados por Shepard Lambrick (Jeffrey Crombs), anfitrión de la velada y dueño de la fundación que lleva su apellido, a participar en la mencionada velada. Entre los invitados destacan desde el inicio Amy (Sasha Grey) y Lucas (Enver Gjokaj). También concurren a la cena, Julian el hijo de Shepard, Bevans el mayordomo del excéntrico anfitrión y dos acompañantes de este último. A medida que avanza la cena, la tensión va aumentando y cuando el (maquiavélico) juego se inicia (a los comensales se les da un mínimo de tiempo para que decidan que prefieren entre dos alternativas nada agradables), estalla la violencia, la crueldad y los intentos de supervivencia más primarios.

Desgraciadamente no es oro todo lo que reluce y el prometedor inicio se viene en seguida a bajo y la función es una sucesión de lugares comunes, clichés, situaciones absurdas y caprichosas e incongruencias sin explicación. El guión no aprovecha las múltiples posibilidades que ofrecía el planteamiento inicial y amén de predecible hasta el aburrimiento, no depara ningún giro imprevisto. Sólo un final (realmente) cruel e irónico demuestra un mínimo de lucidez en la roma mente del guionista, Steffen Schlachtenhaufen (lástima que sólo fuera un instante). ¡Si es que las decisiones que deben tomar los protagonistas y ponernos el corazón en un puño se antojan simplonas y ridículas! (en la mayoría del metraje).

Las interpretaciones son flojas, destacando un estupendo Jeffrey Crombs que se cree su personaje y mantiene el tipo y nuestro interés por lo que se nos cuenta (demostrando tener algunas horas de vuelo en estos menesteres) y una voluntariosa Brittany Snow. El resto del reparto cumple con su cometido al igual que lo hacen las piezas de atrezzo que decoran la mansión donde transcurre la mayor parte del relato (aunque un atrezzo muy bello como el caso de la señorita Grey). ¿De verdad alguien piensa que Sasha Grey es una actriz? No debió abandonar las blue movies, yo al menos en ellas la disfrutaba mucho más.

Para colmo de males al director, cuya realización no pasa de correcta (se nota que puso el piloto automático y se limitó a cobrar el cheque), no se le ocurre levantar un guión tan flojo y plano aportando al menos grandes dosis de sangre, casquería y mala leche que habrían hecho mucho más llevadero el visionado de la película. Otra lástima.

Lo cierto es que habría preferido algo mejor, cuanto menos distinto, aunque para ser completamente justo con la película, sus 93 minutos de linealidad monótona (tal vez esto es lo que más me indigna) no se me hicieron pesados. A toro pasado tendría que haber elegido una de Sasha Grey ligerita de ropa. Tal vez la próxima vez elija con más acierto.
Vagabundoespiritual
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