John Ford volvió a abordar el choque cultural existente entre blancos que han convivido con indios durante mucho tiempo y la desconfianza de sus allegados por dicha circunstancia. En otras palabras, la película evoca temáticamente a su obra maestra "Centauros Del Desierto" (1956), aunque en esta ocasión los resultados artísticos están bastante lejos de la pesarosa, trascendente y épica mirada íntima que el maestro proyectaba sobre el personaje de Ethan Edwards interpretado por John Wayne en aquella joya imperecedera del cine.

En "Dos Cabalgan Juntos", el tono que Ford concede a la historia se mueve entre el humor y el cinismo en la relación de camaradería entre James Stewart y Richard Widmark, dos amigos con personalidades diferenciadas.

La puesta en escena como siempre en John Ford es fenomenal, al igual que el acertado retrato de personajes y el dominio de las distintas sensibilidades en un progreso que nunca pierde interés y que ofrece momentos amargos llenos de fuerza emocional que implican una clara censura a las posturas racistas.