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Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de Agusz26:
4
Drama Jim Morrison, cabeza visible de The Doors, para muchos fue un regalo de Dios; para otros, un vástago del Diablo. Vivió al límite, en una anárquica carrera autodestructiva salpicada de escándalos y arrebatos de ira y de pasión que lo hundieron en un abismo de sexo, alcohol y drogas. (FILMAFFINITY)
14 de abril de 2011
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Stone nos presenta un Jim Morrison desequilibrado, improductivo, conflictivo, autodestructivo y en permanente estado de ebriedad que se empeña en socavar la relación con toda persona que forme parte de su círculo íntimo y no tan íntimo, incluída la que tiene con sus sufridos compañeros de banda, como si hubiese formado parte de The Doors porque ganó una rifa y no porque ÉL mismo fue una piedra basal del exitoso proyecto musical que creó y sostuvo (por pocos años, eso sí) junto a Manzarek. Ahora yo me pregunto: ¿en qué momento pulen sus cualidades vocales? ¿en qué momento Morrison compone letras? ¿en qué momento la banda ensaya esas letras? ¿cuándo los Doors testean sonido antes de un show? Jamás, nada de esto sucede, aquí sólo se refleja la grabación de la legendaria "Light my fire" como si el resto de las letras y discos fuesen covers caídos del cielo que Morrison, con desgano, alcoholizado y por una insalvable obligación contractual, interpretó. Esto se debe a que el director prefirió adoptar una perspectiva negativa, donde abundan los golpes de efecto para que el público poco conocedor se regodee con el morbo que destila el personaje.

Rescato la interesante fotografía, bien contextualizada, y la magistral interpretación de Kilmer, quien básicamente hizo piel del papel. En ocasiones verdaderamente es Jim Morrison.

También rescato, por supuesto, la excelente banda sonora.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Agusz26
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