Me habían hablado tan mal de esta película que después de verla en este período de vacaciones me sorprendió agradablemente por varios motivos:
-La ambientación y contextualización históricas parecen bastante buenas.
-Dentro de lo que cabe, es bastante objetiva y no cae en patrioterismos (ni siquiera cuando al final sale Mel Gibson con un banderolo enorme)
-La complejidad de los personajes, su ambivalencia, sus lados oscuros o luminosos, están apuntados, aunque no se les saque mucho partido porque se trata de una película en la que la acción es fundamental.
-La reflexión sobre la guerra y la violencia que se hace en ella resulta interesante.
-Hay momentos e imágenes perfectamente logradas, como por ejemplo cuando Mel Gibson va fundiendo los soldaditos de plomo de su hijo muerto para fabricar sus balas.
En fin, una peli que seguro que podrán ver con gran aprovechamiento los talibán y otros grupos guerrilleros, porque la lección está clara: si invaden tu tierra los soldados más poderosos del mundo, resiste contra ellos pero nunca caigas en el error de luchar en campo abierto, busca el asalto por sorpresa, el atentado espectacular, el hostigamiento permanente... Tendremos a partir de hoy que tomar en consideración de que la guerra de guerrillas no se inventó en España en las Guerras Peninsulares, sino que los campesinos de los USA ya hicieron sus pinitos contra los Casacas Rojas ingleses.