Frío biopic de la Reina Cristina de Suecia, que se deja ver bien pero que no transmite absolutamente nada.

Primero: la verbosidad de esta película. Parece que el o los guionistas se dedicaron a leer libros de historia sobre la Guerra de los Treinta Años, el catolicismo y el protestantismo en el siglo XVII, la filosofía de Descartes, etc. para después lanzarnos un motón de datos histórico-filosóficos durante toda la película. Y el cine histórico no es eso, o no debería ser eso. Una película no está para tomar apuntes de Historia Moderna, en este caso. La Historia con mayúscula se entiende cuando se plasma, sin discursos pedantes, en la historia con minúscula de unas personas reales y de carne y hueso con las que nos podamos identificar. Y aquí los personajes (Cristina, su canciller Axel Oxenstierna, el propio Descartes -convincente Patrick Bauchau-) son apenas una percha en la que colgar discursos y más discursos.

Luego está la estetización moderna de la Historia: proyectar en los personajes del pasado gustos, tendencias, obsesiones y estéticas que son de nuestra época. Aquí se impondría un relato distanciado, en mi opinión, y sin embargo se hace todo lo contrario: Cristina es una lesbiana que tarda en salir del armario. Su psicología torturada (y seguramente fue así, en serio) se deja ver en ademanes, gestos y palabras llenos de teatralidad hueca....

Y en fin: el maniqueísmo ideológico. Cristina es la ciencia, el racionalismo cartesiano, el ansia de investigación, la liberación de la mujer... Y es cierto que este personaje histórico es sumamente interesante en todo esto.
Pero presentar a los luteranos suecos como una panda de fanáticos fundamentalistas (esa escena de la autopsia con Descartes) y después, para arrear leña en la otra banda, a los católicos como un grupo de conspiradores más o menos jesuíticos que quieren dar un golpe de efecto haciendo que se convierta al denostado "papismo" la reina de una de las potencias más importantes de la Europa del siglo XVII...y después de envenenar nada menos que al bueno de René Descartes....
En fin: Ciencia buena/Religión mala. No digo que no se pueda defender esto, pero háganlo por favor de modo menos burdo.

Pero bueno, los estudiantes de Historia Moderna de la Facultad de Historia podrán aprovechar esta historia. Con libreta de apuntes delante, eso sí.