Curiosamente nunca me ha atraído esta saga, y es más, solo he visto la primera parte, la cual vi en 2 ocasiones, una cuando era pequeño y otra hace unos días. Tiene una idea original, aunque nunca da la sensación de aprovecharla del todo. La cosa es que la cinta quiere ser terrorífica, pero se queda a medio camino de lograrlo y por momentos parece más una comedia negra que un metraje de horror. Ciertas situaciones rozan la vergüenza ajena por el comportamiento de algunos personajes, que por cierto, esa es otra. Nadie se cree las interpretaciones que ofrece el reparto, son surrealistas no, lo siguiente. Por otra parte, hay que destacar la frescura de la historia, el llevadero ritmo de la narración y el buen hacer del guion. Las muertes que se van produciendo no están mal. No obstante, ninguna de ellas resulta impactante, y eso en una supuesta película de terror adolescente no tiene perdón. Se nota que quisieron copiar el estilo de Scream en cierto modo y el resultado no fue malo, todas las secuelas que vinieron así lo reflejan, pero tampoco todo lo bueno que pudo ser, creo que se aprovechó del flojo momento que pasaba el género. Aun así, algunos lo consideran un clásico de principios de siglo, algo que por lo menos yo no comparto. Lo mejor, la originalidad que supone temer a la propia muerte, que al igual que el destino, siempre acaba encontrándonos. Ojo a algunas escenas que abrazan el miedo paranormal.