Cuando se estrenó en cines Malos tiempos en El Royale ni me enteré de que estaba sinceramente. Al no ser una producción muy llamativa no supe de su existencia en la cartelera. No hace ni dos días que la alquile, y de hecho lo hice porque el dueño del videoclub me dijo que estaba bastante bien. Ese mismo día la vi. La sensación que tuve una vez que la acabé de visionar fue que me gustó porque no era para nada lo que parecía. Y es que la portada de la película puede engañar como fue mi caso.
La cinta es muy buena en general. Lejos de ser aburrida y monótona abarca momentos de gran emoción con los que no contaba. Y era consciente de que la cinta tenía un buen reparto entre los que se encuentran Jeff Bridges, Dakota Johnson y Chris Hemsworth. Pero la cosa está en que la trama es impredecible. Yo tardé un buen rato en lograr pillar lo que el film se traía entre manos, pero al enterarme de todo cuanto estaba en juego en el hotel supe que se armaría una buena en dicho lugar. En un principio el metraje es algo lento porque trata de presentar a los personajes y las conversaciones son algo largas, así como algunas otras escenas que podrían haberse acortado sin problemas. Los actores están muy bien en sus papeles. Algunos caen mejor que otros por sus personalidades y objetivos, pero la verdad es que logran enfocar la historia desde sus diferentes perspectivas y sus secretos personales. Es por ello que está producción sabe juntar personas con distintos problemas y motivaciones haciéndonos comprender las realidades que ocultan tras sus apariencias. Me han agradado especialmente Jeff Bridges con su drama tanto físico como mental y Cynthia Erivo. Esta última nos enfoca la difícil vida que lleva a la hora de trabajar en aquello que le apasiona (cantar) mientras disfruta de lo mísero que gana al ejercerlo. También, pero en menor medida Lewis Pullman, cuyo personaje se ve completamente afectado y arrepentido de todo cuanto ha hecho a lo largo de su vida. La cinta recrea a mi juicio muy eficazmente la época en la que transcurre. Los televisores antiguos con esas imágenes en blanco y negro, los prejuicios hacia una persona de color, los teléfonos de las habitaciones. Lo que sí pienso negativamente del film es que algún personaje en concreto no es del todo aprovechado, o bien se centran demasiado en otro. El policía por ejemplo, debió tener una mayor participación y tanto él como su plan e intenciones se quedaron en nada de nada. Supuestamente alguien relacionado con él debió haber acudido, pero nunca apareció nadie, salvo el villano, quien demasiado deprisa llega al hotel. Vi innecesario el hecho de proyectar tantos recuerdos. Además el antagonista es poco creíble desde su carácter hasta su falta de sentido común.
Malos tiempos en El Royale es una más que buena película de intriga y misterios que sin ser un bombazo no sólo llega a entretener sino que divierte por lo impredecible que resulta.