4 años después de la primera cinta, Pitch Black, Vin Diesel volvía a encarnar a Riddick, el criminal que se convirtió en héroe tras salvar la vida de 2 personas al sacarlas de un peligroso planeta plagado de sanguinarios monstruos. La historia transcurre 5 años más tarde de dichos acontecimientos. Esta vez, vemos un film que se enfoca totalmente en la ciencia ficción de toda la vida y nos propone una aventura repleta de momentos de adrenalina, los cuales no decepcionan para nada. Los efectos visuales en general son aceptables, mientras que los personajes son mejorables, aunque están medianamente bien trabajados, pero vayamos poquito a poco. Como ya dije, los efectos especiales cumplen, no siempre porque en concreto hay un plano que canta muchísimo al verlo. Con respecto al resto de secuencias no tengo quejas, pues a pesar de no ser perfectos, más o menos se dejan ver. Además, os recuerdo que hablamos del año 2004, así que ya ha llovido bastante desde entonces. Centrándome en el aspecto de los personajes, he de decir que no están mal; Diesel está en su línea, es decir, no muestra el menor atisbo de emoción en su cara, lo que le vuelve un tío rudo de los pies a la cabeza y, por ende, hace que se vea como un héroe de acción clásico. Alexa Davalos demuestra desparpajo y personalidad a la hora de hablar, una pena que no tenga más tiempo en pantalla. Thandiwe Newton destaca por su ambición e ingenio, hace mucho que no sé de ella, por cierto. Karl Urban hace exactamente lo mismo que Diesel, poner cara de mala leche, y le sale bien, no tanto como al prota, pero se defiende. Judi Dench tiene sus escenas, pero en general su papel es demasiado secundario. Y por último, Colm Feore no convence nada como antagonista, muy flojo su papel como jefe de los malos. Una producción mejorable sin duda...y al mismo tiempo disfrutable. Ciencia ficción palomitera como yo la llamo.