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Voto de Il Perquisitore:
4
Acción Mikel está a punto de casarse con Julia, la dueña de una importante joyería. Durante la fiesta en la que anuncian su compromiso, conoce a Ari, una de las camareras del catering. La atracción que surge entre ambos llevará a Mikel a interesarse por las carreras ilegales de coches, que es el mundo en el que se mueve Ari. Su amor por la chica es tal que abandona a Julia, sin saber siquiera cuáles son los planes de Ari y su novio. (FILMAFFINITY) [+]
14 de marzo de 2017
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Uno encara el visionado de 'Combustión' con un punto de ternura, pues desde el principio sabe que lo que pretende emular es la saga de 'Fast & Furious' ('A todo gas'), pero ya desde los propios títulos de crédito se percibe que no se ha contado con el presupuesto ni, por tanto, con los medios de las productoras americanas. Y ese sentimiento va en aumento cuando se comprueba que, efectivamente, la intención podría ser buena, pero el resultado es nefasto.

No funciona nada: las carreras parecen grabadas a cámara lenta, como si el director se hubiera autoimpuesto algún límite de velocidad; siguiendo porque no es lo mismo que te persiga un coche de los Rangers o del NYPD a que lo haga uno de la Guardia Civil o de la Policía Local de Alcobendas; las escenas de sexo (que, ¡oh, sorpresa!, también las hay) están metidas con calzador (como casi todas en el cisne español orientado a adolescentes); en cualquier barrio de periferia de una gran ciudad hay bandas que dan más miedo que los que organizan las carreras ilegales de la película; me creo poco a Adriana Ugarte y nada a Álex González; la banda sonora es igual a toda la música que crea Carlos Jean. Y así un largo etcétera, sin entrar siquiera al argumento de la película propiamente dicho.

Está claro que en lo que más dinero han empleado ha sido en los coches (tampoco comparables a los de su "prima lejana", por decir algo, americana) y en pagar el alquiler a ADIF por el uso de las instalaciones del Puerto Seco de Abroñigal en Méndez Álvaro (Madrid).

Salvaría de la quema a María Castro, que me parece bastante solvente en todo lo que interpreta, y aquí no es una excepción, aunque tenga un papel muy secundario.

Del resto, ya ha quedado claro que nos encontramos ante una versión cañí de 'Fast & Furious', con todo lo malo que eso implica.
Il Perquisitore
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