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Somalia Somalia · Marinaleda
Voto de Nipoli:
7
Comedia El cierre de la fábrica de acero de Yorkshire deja sin trabajo a casi toda la población masculina. Gaz, uno de los obreros afectados, perderá el derecho de ver a su hijo si no consigue dinero para pagar la pensión de manutención familiar a su mujer. En medio de la desesperación, se le ocurre una idea, a primera vista disparatada, y se la plantea a los amigos que están en la misma situación: organizar un espectáculo de strip-tease. (FILMAFFINITY) [+]
7 de octubre de 2011
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Abro Facebook y publico: –“Eh gente, hagamos un Full Monty”. Al momento hay cuatro Me Gusta, esos amigos están conectados desde la Cola del INEM. Ahora nos vamos catorce años antes, a Yorkshire. La ciudad se alimentaba de una consolidada industria siderúrgica que con el tiempo se debilitó hasta simplemente desaparecer. Sus habitantes ahora no son nadie, parados de larga duración con deudas y ninguna esperanza de retomar una vida feliz.

España se llena de gente como Gaz y Dave, ex obreros que pasan sus días en la Oficina de Empleo esperando la oportunidad. Hubo gente que mendigó, otros admitieron el peor trabajo de sus vidas, los más osados salieron a la calle a protestarlo y a alguno se le encendió la bombilla.

El desnudo integral ya hace tiempo que dejó de llamarse así. Con el paso de los años nuestro diccionario ha recogido la expresión “Full Monty” como propia, también es cierto que hoy día no hay striptease sin la BSO (elegida con tino de clásicos de toda época y la actuación estelar de Tom Jones) de esta cinta. Y todos hemos bailado en el baño con un sombrero tapando nuestras partes pudientes.

Vale, ¿Cuál fue el secreto del éxito? Chicos bailarines, el glamur de la música, la dirección exquisita… ¿Seguro? La empatía del personaje, Potro es como tú, un viejo rockero que se resiste a parar de moverse y si ellos pueden, nosotros también. Es ese grupo de seis hombrecillos los que te harán disfrutar los escasos noventa minutos de duración.

Técnicamente no busques osados travelling, conversaciones filmadas con veinte cámaras ni nada digno de aplaudir en una dirección mediocre. El consejo es devorar tranquilamente un guión gamberro pero hecho para todos, mezclar la vergüenza ajena con la carcajada limpia y disfrutar de la amistad y el sentido del pudor.

Por eso, ahora mismo, deberías estar abriendo tu Facebook “Eh gente, hagamos un Full Monty” y antes de empezar a bailar puedes preguntar: -“¿Alguien ha visto la película?” Ahí está la magia del cine, todos amamos a Gerald, un gran Wilkinson, pero aún no lo sabemos.
Nipoli
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