Burda reivindicación de la prostitución masculina como derecho de las mujeres de la tercera edad, presentada con un envoltorio seudointelectual a base de intercambio de frases ingeniosas entre los protagonistas, al fin y al cabo, trabajador sexual y clienta de sus servicios pagados generosamente. El oficio más antiguo del mundo. Pero en los tiempos que corren, Empoderamiento Femenino, dicen que es, en este caso. Todo maquillado con una sarta insoportable de sesudos diálogos existenciales, a cargo de la incombustible y redicha y mega-inteligente Emma Thompson, junto a su morenito y buenorro mercenario sexual.
Film con tintes reivindicatorios feministas, dirigido por directora ídem, y con un mensaje lleno de hipocresía, puesto que al mismo tiempo que da sus parabienes a productos doctrinarios como este, esa ideología omnipresente y tan cargante ya, sin embargo hace proselitismo con la abolición de la prostitución femenina, supuestamente denigrante para la mujer y vicio perverso del más rancio heteropatriarcado de bla bla bla...la doble vara de medir de esta gente, ya estamos acostumbrados...
Para abuelas intelectuales del geriátrico, que se van a poner las botas admirando las chichas de hombres-objeto. El Feminismo del S. XXI. Horreur!