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9
7.7
122,129
Drama. Romance
Chris Wilton (Jonathan Rhys Meyers) es un ambicioso y joven profesor de tenis con escasos recursos económicos. Gracias a su amistad con Tom Hewett (Mattew Goode), consigue entrar en la alta sociedad londinense y enamorar a su hermana Chloe (Emily Mortimer). Tom, por su parte, sale con Nola Rice (Johansson), una atractiva americana, de la que Chris se encapricha nada más verla. El azar, la pasión y, sobre todo, la ambición llevarán a ... [+]
26 de octubre de 2014
22 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
'Match point' es, a mi modo de ver, una depuración de 'Delitos y faltas'; una síntesis que reduce ésta a los elementos indispensables, sobre un elaborado fondo de romance tortuoso ('Perdición').
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
I
La carga ética en 'Match point' no se expone; subyace a la historia misma. Allen deja, más que en 'Delitos y faltas', que el espectador manipule las connotaciones morales de la historia en su cabeza.
No echo en falta ningún posicionamiento vehemente de Allen sobre lo que narra, máxime cuando ya lo ha hecho en reiteradas ocasiones y sabemos que él no exculpa, en ningún caso, el crimen.
II
El Judah de 'Delitos y faltas' era humano, dudó, agonizó, se cuestionó (y dejó que el espectador le cuestionase). El Chris de 'Match point' no tiene escrúpulo alguno.
Chris es el personaje más hermético en toda la filmografía de Allen; no se deshace en soliloquios sobre el sentido de la vida, no rumia sus neuras en voz alta, no interpela directamente al espectador (como ocurre en 'Annie Hall' o 'Si la cosa funciona...'). El anti-héroe Rhys-Meyers es una rara avis; apuesto, atractivo, ruin y crápula: ante el espectador, un témpano de hielo; misterioso durante la mayor parte del metraje. Estamos al tanto de su historia, y de sus vilezas, pero no tenemos una ventana abierta a su pensamiento. En 'Delitos y faltas' era un tercero quien se encargaba del asesinato; aquí Allen prolonga la exposición de las circunstancias que llevan al crimen; el espectador llega a entender (que no exculpar), por cercanía, por incremento de gravedad, los motivos que le llevan a semejante barbarie. En 'Delitos y faltas' el asesinato se comete al principio, lo comete un tercero (un sicario) y sólo se esboza la historia romántica que precede a la decisión de Judah; la posición es más objetiva.
III
'Match point' tiene relación manifiesta con la novela 'Crimen y castigo', de Dostoievsky, pero no en simple sentido de pretender ser ésta una "revisión" de aquélla (yo, personalmente, le veo más filiación a 'La educación sentimental', de Flaubert).
Chris lee 'Crimen y castigo' al inicio de la película, ¡y lo acompaña de un libro explicativo como apoyo! El protagonista de 'Match point' no es un intelectual; pero tampoco es un necio. Allen deja sutilmente entrever, pues, que hay algo que se le escapa del libro de Dostoievsky, a un nivel que no es meramente el literario. Ahí se nos da una traza indispensable de la mentalidad de Chris: ahí se nos muestra hasta qué punto son ajenas a Chris las elucubraciones sobre la moral y lo ético que medulan la novela del ruso; no las vive en primera persona, sino que necesita una guía externa para acercarse a su esencia.
Si Allen quiso "versionar" la novela de Dostoievski, fue en 'Delitos y faltas', y es ahí donde puede competer (o no) una comparativa. En 'Match point', que tiene lugar en el mundo actual, Allen reduce la novela casi a una anécdota, a un mero guiño.
Han pasado casi dos siglos, y ahora se produce una asimetría. En el siglo XIX, del asesinato se derivaban 600 páginas de tormento. Ahora, 100 minutos de tormento, derivan en un asesinato.
Recordemos que, para Allen, el universo no tiene Dios; y es el hombre quien pone los límites morales. Allen no es uno de esos 'ateos orgullosos de ser ateos': "Dios no existe, y es una lástima", parece decir. Si en 'Delitos y faltas' ya nos dejó la desazón de pensar que no existe justicia divina, ni poética, alguna, en 'Match point' remata mostrando un personaje más vil aún que apenas se muestra culpable por lo que ocurrió. Sí, por deshacerse de aquella mujer que, irónicamente, tanto deseó y que, con el tiempo y la erosión de los acontecimientos, acabó convirtiéndose en un estorbo.
...
IV
'Match point' trata, en realidad, sobre la suerte. La suerte no tiene bandos. Dos horas de película finalizarán de una forma u otra a consecuencia de algo tan vago, tan irrisorio, como la dirección que toma un anillo al caer desde el aire. El ejemplo no es sutil, no es sofisticado, pero es efectivo.
Gracias.
La carga ética en 'Match point' no se expone; subyace a la historia misma. Allen deja, más que en 'Delitos y faltas', que el espectador manipule las connotaciones morales de la historia en su cabeza.
No echo en falta ningún posicionamiento vehemente de Allen sobre lo que narra, máxime cuando ya lo ha hecho en reiteradas ocasiones y sabemos que él no exculpa, en ningún caso, el crimen.
II
El Judah de 'Delitos y faltas' era humano, dudó, agonizó, se cuestionó (y dejó que el espectador le cuestionase). El Chris de 'Match point' no tiene escrúpulo alguno.
Chris es el personaje más hermético en toda la filmografía de Allen; no se deshace en soliloquios sobre el sentido de la vida, no rumia sus neuras en voz alta, no interpela directamente al espectador (como ocurre en 'Annie Hall' o 'Si la cosa funciona...'). El anti-héroe Rhys-Meyers es una rara avis; apuesto, atractivo, ruin y crápula: ante el espectador, un témpano de hielo; misterioso durante la mayor parte del metraje. Estamos al tanto de su historia, y de sus vilezas, pero no tenemos una ventana abierta a su pensamiento. En 'Delitos y faltas' era un tercero quien se encargaba del asesinato; aquí Allen prolonga la exposición de las circunstancias que llevan al crimen; el espectador llega a entender (que no exculpar), por cercanía, por incremento de gravedad, los motivos que le llevan a semejante barbarie. En 'Delitos y faltas' el asesinato se comete al principio, lo comete un tercero (un sicario) y sólo se esboza la historia romántica que precede a la decisión de Judah; la posición es más objetiva.
III
'Match point' tiene relación manifiesta con la novela 'Crimen y castigo', de Dostoievsky, pero no en simple sentido de pretender ser ésta una "revisión" de aquélla (yo, personalmente, le veo más filiación a 'La educación sentimental', de Flaubert).
Chris lee 'Crimen y castigo' al inicio de la película, ¡y lo acompaña de un libro explicativo como apoyo! El protagonista de 'Match point' no es un intelectual; pero tampoco es un necio. Allen deja sutilmente entrever, pues, que hay algo que se le escapa del libro de Dostoievsky, a un nivel que no es meramente el literario. Ahí se nos da una traza indispensable de la mentalidad de Chris: ahí se nos muestra hasta qué punto son ajenas a Chris las elucubraciones sobre la moral y lo ético que medulan la novela del ruso; no las vive en primera persona, sino que necesita una guía externa para acercarse a su esencia.
Si Allen quiso "versionar" la novela de Dostoievski, fue en 'Delitos y faltas', y es ahí donde puede competer (o no) una comparativa. En 'Match point', que tiene lugar en el mundo actual, Allen reduce la novela casi a una anécdota, a un mero guiño.
Han pasado casi dos siglos, y ahora se produce una asimetría. En el siglo XIX, del asesinato se derivaban 600 páginas de tormento. Ahora, 100 minutos de tormento, derivan en un asesinato.
Recordemos que, para Allen, el universo no tiene Dios; y es el hombre quien pone los límites morales. Allen no es uno de esos 'ateos orgullosos de ser ateos': "Dios no existe, y es una lástima", parece decir. Si en 'Delitos y faltas' ya nos dejó la desazón de pensar que no existe justicia divina, ni poética, alguna, en 'Match point' remata mostrando un personaje más vil aún que apenas se muestra culpable por lo que ocurrió. Sí, por deshacerse de aquella mujer que, irónicamente, tanto deseó y que, con el tiempo y la erosión de los acontecimientos, acabó convirtiéndose en un estorbo.
...
IV
'Match point' trata, en realidad, sobre la suerte. La suerte no tiene bandos. Dos horas de película finalizarán de una forma u otra a consecuencia de algo tan vago, tan irrisorio, como la dirección que toma un anillo al caer desde el aire. El ejemplo no es sutil, no es sofisticado, pero es efectivo.
Gracias.