En el aspecto técnico nos hallamos ante una auténtica maravilla: la escena del transporte hasta la ciudad o la del efecto dominó son todo un prodígio de animación. En cuanto al guión, pese a tratarse de una película para críos es demasiado simple, y con algunos puntos bochornosos como el numerito Britney Spears o la extrema bondad del protagonista, rayando en Michael Landon aún mas empalagoso. Pero lo peor de la cinta es el añadido posterior llamado doblaje: verdaderamente nefasto, y con mención cum laude para Elsa Pataky (como actriz es horrorosa, pero le salva lo buena que está. Y como aquí no luce el palmito, no se sabe muy bien que pinta su inexpresiva voz pijita). Recomendable para todos los niños, que al fin y al cabo para ellos se hizo, y para adultos amantes de las buenas animaciones, que si son sordos aún lo pasarán mejor.