Pocas veces una película rebosa de tanta imaginación. Sin embargo, ésta debe transmitirse al espéctador con coherencia y orden. Hay tantos huecos narrativos en la cinta que el espéctador debe hacer un esfuerzo sobrenatural para hilar la historia. De nada sirve mostrar la tormenta de ideas si éstas no llegan depuradas y al servicio del producto cinematográfico. Demasiado obscura y demasiado teórica para después no arrojar demasiada luz al argumento. Quiero creer que ésta fue una experiencia mental de Lynch, su más caro capricho. La cinta mezcla de manera original varios estilos bajo un fondo común, la ciencia ficción, así que será de agrado para todos aquellos que disfruten con el cine de altas profundidades argumentales en mundos lejanos. Enfocando siempre la naturaleza del poder, la película trae un reguero de situaciones perversas sobre la maldad de la especie humana y el modo de purificarla. Hay algunas escenas verdaderamente sádicas y sangrientas que aumentan el desgrado de la época que se describe, quizás ese fuera el objetivo de Lynch. Así que no es recomendable para espéctadores sensibles. Por otra parte, es tan elitista en su explicación que de ahí que se haya convertido en película de culto. Lo mejor, te sumerge en un mundo claustrofóbico lleno de novedades temáticas. Lo peor, hay que tener una paciencia infinita para entenderla.