Pues sí, nuestro abuelo realizador cumplirá en unos meses 80 años. Alien, Blade Runner, Gladiator, nos deja joyas para el mundo del cine que justifican ya su estrella en el cielo de las grandes celebridades del séptimo arte.
La semilla que ha sembrado ha sido la simiente de miles de historias, comentarios, análisis y ha marcado generaciones enteras deslumbradas bajo la estética Alien y Blade Runner.
Y ahora nos vienen con que chochea. Pues le metemos en una residencia de ancianos y olvidamos todo lo que nos ha aportado, como buenos nietos agradecidos. Porque es sin duda en su madurez donde sus reflexiones se hacen más sugerentes, donde lo imprevisible se abre paso con la fuerza de lo azaroso de la vida, y es cuando se ve más cerca de su final vital, que lanza todas sus armas para intentar atrapar las claves de la vida y de la muerte.

Cameron hizo con Aliens el bizcochón de su vida, gracias a los ingredientes creados por este viejo chocho.
Los sigue combinando, experimentando, como uno de los personajes de esta película, buscando la criatura perfecta que justifique su categoría de dios creador de algo que sea indestructible, eterno, que más allá del bien y del mal dé sentido a su incansable deseo de perpetuarse para siempre.

Superando en varios puntos a su predecesora Prometheus, Covenant no ofrece quizás las respuestas que necesitamos, pero insiste en buscarlas a través del acecho constante de la amenaza de la muerte, ya sea directa o indirecta de nuestros seres queridos; la busca también en los fallos de la condición humana y en los de los sintéticos, que son a su imagen y semejanza, con la curiosa paradoja que estos seres artificiales están más cerca de la inmortalidad de lo que estará nunca el propio hombre.

Un diseño visual y artístico muy currado, unos diálogos que suben peldaños en especial en referencia a los sintéticos, una acción que no es trepidante ni abusadora de los CGI y que mantiene su nivel de terror dosificado.., todo ello conforma un film muy recomendable para disfrutar en pantalla grande.

La próxima vez que oiga decir que Ridley chochea, me gustaría conocer, qué habrá aportado a los 80 años, esa persona que hace el comentario a la vida de millones de personas que sueñan ver más allá de las estrellas.
Ridley, sigue chocheando así, por favor. Podremos soportarlo.