Lo primero que uno debe hacer, a modo de previsión, antes de escoger un film como éste para su visionado, es comprobar quién es su director, y quién es su protagonista.

El realizador Reiné, ha hecho la saga de las "carreras infernales" de las Death Race, de regular asimilación, o "12 trampas 2", ambas de acción para paladares poco exigentes..., junto con tremendos bodrios, como la infumable "Rey Escorpión 3", con lo cual ya tenemos la tarjeta de presentación perfilada.

Danny Trejo, el eterno mamut salvaje secundario, de limitada interpretación dramática, se ha aventurado con algunos títulos como protagonista, del cual sobresale como cumbre el "Machete" de Robert Rodríguez, su mejor título en un género adecuado a su estética de actor
( es difícilmente olvidable la escena en la que se tira por una ventana agarrado a unos intestinos humanos a modo de soga, delirante...), del cual ya tiene una secuela, el "Machete Kills".

Pues eso es lo que tenemos aquí. Un film mediocre, de ritmo de acción contínuo, con mucho trabajo de escenas de especialistas, con interpretaciones pobres y personajes planísimos.
Tiroteos increíbles de irreales, y un Rourke, que muchos años después de aquel "Corazón del ángel" con De Niro, un film magistral a mi gusto, ahora ya con un cuerpo deformado por los excesos, nos presenta un Satanás irreverente, sádico, y clave para conseguir que si a la productora le parece bien, sigan habiendo secuelas de esta mediocridad.

Para pasar un rato si te gustan las cicatrices de Trejo, que tiene un cuerpo que parece un mapa de la Tierra Media.