Dura, polvorienta, con una ambientación fantástica. El trabajo de los tres protagonistas es muy bueno. En especial Kurt Russell que hace mejores películas ahora que cuando era joven. Matthew Fox sigue explorando el lado oscuro de la fuerza y Richard Jenkins lo borda, hace un papelón increíble. Como anécdotas, una aparición de Sean Young y otra del ídolo ochentero Michael Paré. Saldrás del cine o te levantarás del sillón masticando el polvo, y casi cojeando. E imaginarás que el oeste probablemente estaría más cerca de esto, que de una versión edulcorada de John Wayne. Aunque aquí le dan una vuelta de rosca a los indios que en fin, los del western de siempre a su lado eran unos angelitos... Si te rompes una pierna en el lejano oeste estás bien fastidiado, y si has cruzado por mal sitio... lo vas a pasar mal, muy mal.