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Voto de puntoyalarte:
8
Drama. Romance En una plataforma petrolífera, aislada en medio del mar, donde sólo trabajan hombres, ha ocurrido un accidente. Una mujer solitaria y enigmática que intenta huir de su pasado (Sarah Polley) va hasta allí para cuidar de un hombre (Tim Robbins) que se ha quedado temporalmente ciego. Entre ambos nace una extraña intimidad, llena de secretos, verdades, mentiras, humor y dolor. Ninguno saldrá indemne de esta relación que marcará sus vidas ... [+]
22 de abril de 2010
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Existen muchas formas de hablar sobre el dolor, del mismo modo que existen muchas formas de hablar sobre la guerra o sobre la soledad. Isabel Coixet tiene una forma muy personal de contar las cosas y es de esa forma suya, sin ruido, con el amor de fondo, como habla sobre el dolor. La vida secreta de las palabras es una película muy Coixet, en la que los protagonistas pasean un silencio cargado de tristeza por la cubierta de una plataforma petrolífera, en la que la intimidad dentro de una habitación se crea con palabras que no se pronuncian, con mentiras que sólo son un juego, con cuentos que, como todos los cuentos, encierran las mayores verdades.

Coixet habla del dolor en voz baja, en susurros, pero lo sentimos tan claro como si lo gritara. No hace falta mostrar, no hace falta hablar, no hace falta pronunciar aquello de lo que no se puede hablar… Los secretos que esconden las palabras son muy fuertes. En la película llegamos a conocer dos de esos secretos, es un hallazgo la forma en la que sugiere que hay otros secretos, los de los otros habitantes de esa isla en medio del mar. Pero hay algo que aún nos gusta más: Isabel habla del mayor de los horrores, de la tortura de los recuerdos pero también de la salvación, de los futuros, de la posibilidad de que haya una esperanza. De este modo libera la película, libera a los protagonistas y a los espectadores de esa tragedia.

Coixet hace un cine muy personal. Hay gente a la que no le gustan sus formas. Hay otros que, sin embargo, valoramos que una directora española sea capaz de hablar de temas interesantes, dándoles un enfoque no manido y currándose los guiones. También que nos deje disfrutar de actores como Tim Robbins (impresionante), Javier Cámara o su actriz fetiche Sarah Polley, y que sea capaz de crear atmósferas propias y que pueda mostrar lo más inhumano y todas las penas del mundo sin que haga falta explicitar el horror en la pantalla.
puntoyalarte
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