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Voto de Marioetellezs:
4
Drama Adaptación de la novela homónima (ganadora del Premio Planeta) de Antonio Skármeta. Es una historia de amor, amistad y venganza, que se desarrolla en la época del establecimiento de la democracia en Chile, concretamente en el momento en el que se decreta una amnistía general para todos los presos sin delitos de sangre. A pesar de ello, Ángel Santiago (Abel Ayala), un joven soñador y valiente, ha decidido vengarse de los abusos sufridos ... [+]
6 de junio de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este relato de amor y venganza, se desarrolla en Santiago de Chile en los primeros años de la década de los 90 del siglo recién pasado, en el momento en el que se decreta una amnistía general para muchos delincuentes sin delitos de sangre. Ángel, un ladronzuelo de poca monta cuyos únicos propósitos son vengarse del alcaide homosexual que abuso de él en la cárcel y continuar delinquiendo, planea un arriesgado robo, pero para concretarlo precisa de la colaboración de otro anmistiado, un famoso ladrón - me imagino que argentino - de cajas fuertes, Nicolás Vergara Grey, que intenta rehabilitarse y recuperar a su familia. Pero como la idea que se deja entre ver al comienzo de la película es al parecer insuficiente, en la vida de Ángel aparece un asesino a quién el alcaide homosexual, le otorga una semana de libertad para que lo elimine y Victoria una muchacha que perdió el habla durante el gobierno militar y que solo puede expresarse mediante la danza, arte que aprendió de una anónima “Madre Teresa”, una ya retirada bailarina que vive poco menos que en la clandestinidad enseñando ballet a muchachitas descarriadas, je je je je. Este relato, adaptación de la novela homónima de un tal Skármeta, bien podía ser un obra de verdadera calidad si hubiese sido llevado al cine por un equipo serio y responsable, pero se llega a lo de siempre a ese vellocino de oro del que se echa mano con el solo propósito de amasar dinero: El gobierno militar y el General Pinochet. Se ridiculiza tanto a nuestro país ya en “democracia” hasta el punto de mostrar a la capital de Chile como un pueblo del lejano Oeste norteamericano donde impunemente se puede cabalgar con caballos robados por las calles del centro de Santiago.
Marioetellezs
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