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España España · Castellón
Voto de Jhon Carpi:
7
Terror El vudú y el terror se apoderan de un muñeco de aspecto inocente habitado por el alma de un asesino en serie. Cuando Andy Barclay, un niño de seis años de edad, asegura que “Chucky”, su nuevo muñeco, ha arrojado violentamente por la ventana a su niñera, nadie le cree. Pero una larga serie de horribles asesinatos conduce al detective que se ocupa del caso hasta el muñeco y, entonces, descubre que el auténtico terror no ha hecho más que ... [+]
31 de enero de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el cine de terror siempre funciona mejor lo que se sugiere que lo que se muestra. El monstruo siempre da más miedo cuando no se le ve, el fantasma asusta más cuando uno se lo imagina... Por eso, el problema de ‘Muñeco diabólico’ ('Child's Play'), es que mostrar al muñeco matando y diciendo barbaridades choca bastante con su mitad inicial. No hay más que ver los primeros 45 minutos donde la película es más un thriller de misterio que una película de terror, para después pasar a un slasher muy convencional pero ojo, la mar de entretenido. Charles Lee Ray (Brad Dourif) es perseguido por el policía Mike Norris (Chris Sarandon), y para salvarse de la muerte, transfiere su alma a un muñeco Good Guy a través de vudú.

A partir de ese momento se le da el pistoletazo de salida a todo lo mejor de la película. Andy Barclay (Alex Vincent), un niño de seis años, recibe por fin su esperado muñeco Good Guy de manos de su madre, que parece tener que apretarse el cinturón cada mes, por lo que tiene que comprarle el juguete a un vagabundo en un callejón. Por ahora la madre (Catherine Hicks) no sabe lo que le acaba de hacer a su hijo, pero tiempo al tiempo. Cuando una noche “tía Maggie” (Dinah Manoff), la mejor amiga de la madre, se queda a cuidar de Andy, Chucky (el simpático muñeco) comienza a decir algo más que “seré tu amigo hasta el final”. Pero por ahora se lo dice a Andy al oído, y ahí está el acierto de este tramo de la película: hacer que el niño sea visto como una criatura desequilibrada que utiliza al muñeco como excusa para hacer y decir las mayores barbaridades. Se nota bastante la influencia del primer borrado del guion, en el que Andy era el asesino, y Chucky la excusa del niño para quedar de inocente. Algo que no funciona del todo, ya que aunque la película a veces juegue a "Quién es el asesino", el título... claramente, se refiere al muñeco, por lo que es algo que no aporta a la trama.

Preguntado por su madre, Andy dice que Chucky “me cuenta muchas cosas… qué tía Maggie era una perra y que ha recibido su merecido”. La cara que se le queda a la madre es de imaginar. Pero cuando la policía deja internado a Andy en una institución, su madre saca por fin la supermadre que lleva dentro, y es que cualquier buena madre de película americana cree antes en muñecos enajenados que en hijos asesinos. Cuando ella amenaza con tirarlo al fuego por lo que le está pasando a su hijo, Chucky se rebela contra la madre. La impotencia que se le transmite al espectador al ver como Andy paga por lo que hace su “amigo hasta el final”, inquietantes escenas en las que una víctima es acechada por algo que casi no podemos ver. Y repito, esto es ‘Muñeco diabólico’ y nosotros sabemos lo que pasa. El guion va perdiendo tensión a medida que se acerca al desenlace. Llegado el final del filme, se recurre a un té-mato/no-te-mato que se hace bastante interesante.

El director Tom Holland dirige la película con buen pulso, sabiendo que no debe tomarse el asunto demasiado en serio y, por tanto, tratando con el debido respeto un espectador que sin duda verá esto como un juego macabro. La “seriedad” malévola que tiene la primera mitad de la película viene acompañada de un humor negro muy acertado. Además, hay que agradecerle a Tom la creación del muñeco tal y como lo conocemos, a partir de una idea de Don Mancini, Holland creo al personaje de Charles Lee Ray, y todos los conceptos del vudú que le envuelven, así que para mi, el verdadero creador, es Tom. Por su parte, Catherine Hicks hace un buen trabajo en el papel de esa madre que condena a su hijo a ser perseguido por un muñeco durante toda la película (y prácticamente 35 años). El propio hijo está interpretado francamente bien por Alex Vincent, uno de esos pocos niños de película que no sacan de quicio al espectador, que fue perdiendo ese arte de actuar conforme fue creciendo, aunque a eso, ya llegaremos. Chris Sarandon, en cambio, no consigue entrar a formar un triángulo con los anteriores a pesar de ser el primero en aparecer en escena. El policía al que interpreta no llega a conectar con el espectador. Y con Brad Dourif, por último, es el alma y lo mejor de la película, dando vida con su voz a un muñeco, dotándole de mucho carisma y cuya voz, será muy recordad pase el tiempo que pase.

En definitiva, ‘Muñeco diabólico’ es un entretenimiento muy aceptable, que merece muchísimo la pena, un clásico donde los haya, pero para mí, esta saga tiene mejores entregas.

NOTA: ★★★½ (7/10)
Jhon Carpi
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