La escena con la que arranca Scream es apabullante y brutal, sin exageración, además de que marcó un antes y un después en el cine de terror (como ocurrió con El Exorcista o Psicosis).

Tiene mi aprobado justo porque comienza con una de las secuencias más poderosas que recuerdo del género, y solo por eso merece mi consideración.

El miedo que es capaz de imprimir el director con esta secuencia me impactó y marcó en su momento con diez años que tenía cuando la vi por primera vez, y me sigue resultando sobrecogedora en la actualidad. Para mí representa uno de los mejores momentos cinematográficas de los 90, el terror cobraba una nueva dimensión con ella. El acoso a través de un simple teléfono era capaz de inquietar, debido a que su director no solo buscaba el terror sino lo dramático y verdaderamente angustioso de la situación.

Además dicha escena tiene la virtud de ir in crescendo de una manera creíble y lógica, ya que al principio parece simplemente un pesado al teléfono (como casi todos hemos tenido en algún momento algún impertinente al otro lado, incluso la protagonista para entretenerse le sigue el rollo) pero se va tornando poco a poco en algo serio cuando el acosador le comunica a su víctima su presencia en la casa, la gravedad del asunto traspasa la pantalla. Tiene una transición muy realista, la escena es muy creíble.

Cómo a la protagonista (una eficiente Drew Barrymore) se le va cambiando la cara a medida que va entendiendo que la cosa es grave, pero de un modo muy honesto y dramáticamente tangible. (*Sigo con las impresiones de dicha secuencia en spoiler)

Lo que viene después, a partir del momento en que el personaje de Neve Campbell hace presencia, se vuelve una broma de mal gusto. Parece como si lo que antes resultó dramático ahora pretende ser cómico, pues los personajes son meros fantoches, burdos monigotes TODOS, sin un ápice de verdad o cordura, las situaciones irreales, petardas, el tono es burlesco y molesto todo el tiempo. El final en el que se descubre el pastel no puede ser más patético, friki y ordinario. Una supuesta ''sátira'' nada inteligente.

El personaje protagonista no puede estar peor interpretado, Neve Campbell realiza una de las peores interpretaciones que servidora haya visto jamás, sin el menor sentido de la honestidad durante todos y cada uno de los minutos en los que aparece en pantalla.

Realmente no destaca ninguna interpretación, pero es que la de Neve me resultó especialmente mala.

Aparte de la primera secuencia destaco de manera positiva otros dos aspectos:

- El disfraz del asesino (sobre todo la máscara), pues aunque ya estamos acostumbrados a verlo en infinidad de parodias y fiestas de Halloween, en su momento era tan grotesca que provocaba un sentimiento de repulsión y pavor bien curioso.

- Su cartel cinematográfico es maravilloso.

(*Continúo en spoiler con las impresiones de la gran secuencia)