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Voto de Talía666:
2
6.1
23,539
Comedia. Drama
Medio-oeste americano, 1967. Larry Gopnik (Michael Stuhlbarg) es un profesor de física que ve cómo de la noche a la mañana su vida se derrumba. Es un hombre bueno, un marido fiel y afectuoso, un buen padre y un profesor serio, pero, de repente, todo en su vida empieza a ir mal. Su mujer lo abandona sin explicaciones, y el amante de ella lo convence para que deje su casa y se mude a un motel por el bien de los niños. Además, su carrera ... [+]
22 de abril de 2014
8 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sé ni cómo me he atrevido. La última vez juré ante la Biblia, el Corán y la Torá que los Coen nunca más, pero me puede el vicio, no tiene otra explicación. Llevo siglos esperando otro “Gran Lebowski” y en el ínterin me estoy tragando cada mamarrachada que te cagas.
En esta ocasión, a la psicopatía esquizoide crónica de los Coen, se une el hecho de que la mitad de los diálogos son en semihebreo. Para que os hagáis una idea, más o menos como el que sigue:
- Podrías pasarme el bosher con el talmiz de la nagash?
- No, porque no tengo mis heshvav pero si quieres el kislav del bronish lo tengo aquí al lado.
- No, gracias. Oye, viste ayer el tarev de la tsanak? Qué tekeliv!
- Estuve viendo el shibuk de la qutab pero por la noche cogí el yabah y lo guisé con el kotev y me salió un heshvat riquísimo.
- Pues mi kharev estuvo en la qishab de Miriam y cogió un gran vlashiz.
- No me digas. Si ya sabía yo que la shitab de Sarah no tendría mucho tsevek. Qué krotev, por la heshva de mi tsolak!
Y así todo el tiempo.
Y así hasta la náusea.
En esta ocasión, a la psicopatía esquizoide crónica de los Coen, se une el hecho de que la mitad de los diálogos son en semihebreo. Para que os hagáis una idea, más o menos como el que sigue:
- Podrías pasarme el bosher con el talmiz de la nagash?
- No, porque no tengo mis heshvav pero si quieres el kislav del bronish lo tengo aquí al lado.
- No, gracias. Oye, viste ayer el tarev de la tsanak? Qué tekeliv!
- Estuve viendo el shibuk de la qutab pero por la noche cogí el yabah y lo guisé con el kotev y me salió un heshvat riquísimo.
- Pues mi kharev estuvo en la qishab de Miriam y cogió un gran vlashiz.
- No me digas. Si ya sabía yo que la shitab de Sarah no tendría mucho tsevek. Qué krotev, por la heshva de mi tsolak!
Y así todo el tiempo.
Y así hasta la náusea.