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España España · Córdoba
Voto de Talía666:
2
Cine negro. Intriga. Drama En los oscuros años de la Gran Depresión, Michael Sullivan (Tom Hanks) es un asesino a sueldo que profesa una lealtad inquebrantable a su jefe, el señor Rooney (Paul Newman), pero es también un buen padre de familia. Son tiempos duros en Rock Island, donde domina la mafia irlandesa, la Ley Seca sigue vigente y los gángsteres, especialmente Al Capone en Chicago, están en la cima del poder. Un día, inesperadamente, el hijo de Sullivan, ... [+]
16 de julio de 2012
31 de 56 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película tiene un arranque potente y muy prometedor. Vemos a un matón y su familia asistir al funeral de un “compi” de trabajo, compi que por supuesto no ha fallecido de muerte natural, como es de suponer. Su jefe, el capo que se lo ha cargado, organiza con todo lujo de detalles el funeral de su empleado, durante el cual vamos viendo la relación casi paterno-filial que mantiene con sus muchachos. Hasta ahí perfecto.

En esto que ocurre el suceso detonante de la tragedia: el hijo del capo, un niñato con pocas luces y aún menos escrúpulos, se carga a la esposa y al hijo pequeño del protagonista. Y a partir de ahí es cuando empieza el desbarre y no te puedes creer nada.

Tanto el prota, interpretado por Tom Hanks, como su otro hijo, se toman el asesinato, su posterior huída y su cambio radical de vida con una naturalidad y un desparpajo verdaderamente sorprendentes. Diríais que lloran? Pues un par de lagrimillas todo lo más que echa el nene por su madre y su hermano. Diríais que nombran para algo a los difuntos? Ni de coña, como si no hubiesen existido nunca. Ellos se dedican a lo suyo, que es vengarse del capo, y ya en todo lo que queda de película, que es bastante, no dedican ni el menor recuerdo a los dos caídos. A su bola total

En fin, partiendo de este despropósito ya qué queréis que os diga. Si los personajes no tienen alma ni evolucionan psicológicamente en función de los acontecimientos ni se les ve la menor reacción humana, todo el entramado falla.

Lo único que se salva es mi adorado Paul Newman, que aunque sale poco, cuando aparece se come la pantalla entera y eclipsa a todos los demás.

Por supuesto a Tom Hanks en el papel de matón arrepentido se lo merienda enterito; y hasta Jude Law aparece desdibujado, sin pizca de su carisma y encanto habituales. Muy probablemente porque los personajes son tan difusos y están tan mal definidos que difícilmente se podía haber hecho algo mejor.
Talía666
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