Tengo una buena noticia: orígenes secretos es mejor que aquel teaser trailer que estrenó Netflix para promocionar la película.
La mala noticia es que la película sigue siendo mala con avaricia.

En orígenes secretos el creador ha tratado de mezclar Seven con El protegido y ha dado un churro mal cocinado, sin masa y con poco que masticar.

La película tarda 5 minutos de reloj en arrancar con los créditos y son los 5 mejores minutos que vas a pasar porque le falta de todo.
Le falta tono ¿es un thriller? ¿es una comedia casposa? No queda claro.
Le falta crear un ambiente verosímil y algo de atmósfera.
Pero sobre todo le falta mucho talento al director para hacer creíbles unos diálogos que en novela pueden funcionar pero que en lenguaje cinematográfico dan verdadera vergüenza ajena.

El malo da discursos del tipo “Discúlpame por el gas alucinógeno que has inhalado” o “ya veo que el polonio de la limonada está haciendo efecto”
¿Es necesario? ¿Tiene David Galán Galindo tan poco talento tras la cámara cómo para tener que relatar lo que vemos? No es necesario que me cuentes lo que ya veo.

Y luego las referencias “geek” metidas con calzador son la definición perfecta de cringe: “Este cabrón tiene más paciencia que los fans de Gerge RR Martin” y cosas así. Incluso la referencia a Batman y el policía diciendo “oh, no sabía que habían matado a Batman en un callejón tras ir al cine” claro como solo hemos tenido 3487 películas sobre batman… Me cabreo escribiendo.

Respecto a los actores, es difícil salvar a uno. Están verdaderamente mal y sólo lo puedo achacar a la (inexperta) dirección. Javier Rey como policía está increíblemente sobreactuado, Brays Efe y su voz ronca está verdaderamente lamentable y Verónica Echegui no ha entendido el personaje en absoluto. Como el resto de nosotros.

Además es que la relación entre el trío protagonista va a volantazos una escena se aman y a la siguiente se insultan. Sin sentido o desarrollo alguno.

A mayores el retrato de los frikys y lectores de cómics es lamentable. Hay una escena en la que quieren hacer ver que cualquier persona independientemente de su éxito puede ser friky, pero a la vez hace un retrato de que alguien que lee cómics es gordo, sucio, no se lava, no se afeita y ya cuando sale Sbaraglia diciendo que se va a hacer una paja es el colmo del estereotipo.

En resumen, Orígenes secretos tiene una buena idea detrás pero está muy muy mal ejecutada. Es tan mala que por momentos tenía que mirar entre los dedos por el nivel de vergüenza ajena que me estaba dando todo.