Tres grandes actores y Willem Dafoe filman una dura historia de fracasos y vidas truncadas. Una dura visión de la vida con Chistian Bale como protagonista, un monstruo de la interpretación. Su vida no es justa y no le queda otra opción que aceptar lo malo, y vivir con lo que le ha tocado.
Casey Affeck se mete en la piel de un militar inadaptado que busca a través de la violencia mitigar su dolor por haber sufrido los estragos de la guerra. Se parece un poco al papel de Christopher Walken en El Cazador, hay ciertas similitudes entre las dos películas.
Ademas Casey Affeck me tiene ganado desde que le vi en Manchester frente al mar, un gran papel de alguien que lo pierde todo. Este actor algún día rodara una gran película y se consagrara como actor de culto.

Woody Harrelson borda en papel de violento drogadicto y mal bicho. Es una de sus mejores interpretaciones del que un día fue el inocente Woody Boyd. Mucho ha llovido desde Cheers.

No esta mal, pero no aporta nada nuevo, un buen reparto para contar una historia que no tiene el punto necesario para convertirse en una película de culto o en un titulo imprescindible.