Por que la primera parte discurre con languidez, recreándose en la tensión emocional progresiva que crea la relación sexual y de dominio psicológico surgida entre Nicholson y Lange, y la relación de ambos con el marido griego de Lange y propietario del negocio de gasolinera, que llevan al primer desenlace del asesinato del griego trá un primer intento fallido.

Parece como si la película empleara tanto tiempo en construir la trama que luego no tuviera tiempo para resolverla. El arresto de ambos, el engaño mutuo cuando Nicholson inculpa a Lange para a la vez darse cuenta que ella había contratado un seguro de muerte adicional, el juicio en el que se salvan del la silla eléctrica gracia a un abogado corrupto, la vida en la gasolinera con la determinación de aprovechar la segunda oportunidad de Lange y la indolencia de Nicholson, las peleas entre ambos, el posterior chantaje del ayudante del abogado, la relación de Nicholson con la domadora de circo (Angelica Houston, por entonces su mujer), la posterior reconciliación con Lange y la muerte de ambos, se cuentan de forma acelerada, y como si el director no quisiera omitir un detalle de la novela. Esto estropea lo que podría haber sido una película impresionante.