Un bodriecete majo, filmado con ironía (por eso no llega a ser mala) y sentido del humor, sus casi dos horas de duración se pasan rapidísimo dado el montaje de la película que es bastante acertado. Por lo demás, actores más que justitos y una historia para partirse de risa de lo estupida que llega a resultar. Me pregunto que hubiese pasado si este film hubiese sido encarado como una auténtica película de terror, y la maldición del motorista hubiese sido una verdadera maldición. Desgraciada o afortunadamente eso ya probablemente nunca lo sabremos.
Para pasar el rato si no valoras en exceso tus "ratos".