Triste adaptación de la vida del boxeador norteamericano Jim Braddock, que es convertido en esta pelicula en el mejor personaje de "Disney" que uno pudiera llegar a imaginar.
Con un guión flojo y unas interpretaciones más que "justitas", la película intenta explotar los sentimientos del espectador con los recursos más manidos y previsibles de Hollywood. Obviamente consigue su proposito y logra dar pena, pero pena de otro tipo, es incomprensible que algunos quieran compararla a la estupenda película de Scorsese " Toro Salvaje",con la cual la única similitud que muestra es el mundo del boxeo en el cual se encuadran ambos largometrajes. Lo único que destaca un mínimo es la actuación del actor que encarna al manager de Braddock " Paul Giamatti".