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Ciencia ficción. Intriga
Un científico es enviado a la estación espacial de un remoto planeta cubierto de agua para investigar la misteriosa muerte de un médico. Adaptación del clásico de ciencia-ficción del escritor polaco Stanislaw Lem. (FILMAFFINITY)
1 de julio de 2011
44 de 62 usuarios han encontrado esta crítica útil
Solaris proyecta una sombra en el horizonte de sucesos, donde el filo no es por esta vez el límite de la materia sino el principio de la existencia, radiación introspectiva directa al indiviuo con efectos secundarios dentro del humanismo existencial, donde evoluciona el drama íntimo. Considerablemente insolente con la compresión del espectador, esta expansiva y enigmática película remueve, en vez de astros, el misticismo de los valores religiosos, la relación inteligible con Dios, la imperfección espiritual, la vanidad de la ciencia... El hombre y el cosmos, su apetito de universo y lo sobrestimado del conocimiento, su verdad y el empecinado atino de trabar conocimiento. El hombre desnudo, cuando se establece contacto con el océano pensante, capa coloide, limo amarillo, artesano del neutrino y radiación cósmica de fondo, materia caliente. No se debe iniciar la relación con lo desconocido, sin antes habernos visto por dentro, ya que el nos estudia tanto o más como nosotros a el.
La ciencia, una necedad! en esta situación, la mediocridad y la genialidad son igual de inútiles, toda la dimensión del hombre. En realidad no tenemos interés en conquistar ningún Cosmos, lo que queremos es extender la Tierra hacia las fronteras del Cosmos. No sabemos que hacer con otros mundos, no necesitamos otros mundos. Necesitamos un espejo. Estamos en la necia situación del hombre que es esfuerza por una meta que teme y de la que no tiene necesidad cumplir. Al ser humano le hace falta en realidad otro ser humano. Discusión en la biblioteca de madera; la ciencia deja paso a la consciencia y a la metafísica existencialista introspectiva, creando con sus personajes un universo dialéctico aislado.
Hari y otros visitantes! Ya os lo han advertido: repetición mecánica, copia, matriz, nostálgica reproducción. Maldita existencia de Sísifo, infausta criatura y obsceno contacto, molde consciente, juego de mímica, recuerdo material, recuerdo vivo, títere caminando sobre suelo humano, sacrificio y resurrección. Los neutrinos son una acertada elección, partículas cuya interacción con las demás es mínima, por lo que pasan a través de la materia ordinaria sin apenas perturbarla, esculpen formas de vida atómicas (admitamos que se trata de una idea más o menos disparatada); formas de vida que de desharán si se alejan demasiado del océano progenitor, haz de rayos roetgen. Amor atrofiado, delirio y desmaterializador sacrificio, resurrección... amor y neutrinos. Ella escudriña su entorno y con un plano cercano explora un cuadro nevado.
Tarkovsky mira a la ingravidez a los ojos y no aparta el objetivo, recorre pasillos en circulo pintados de rojo, se mueve entre sábanas y recuerdos, añade un acertado prólogo a la novela de Stanislaw Lem y nos traduce el lenguaje de un océano racional, respondiéndole con encefalogramas.
La ciencia, una necedad! en esta situación, la mediocridad y la genialidad son igual de inútiles, toda la dimensión del hombre. En realidad no tenemos interés en conquistar ningún Cosmos, lo que queremos es extender la Tierra hacia las fronteras del Cosmos. No sabemos que hacer con otros mundos, no necesitamos otros mundos. Necesitamos un espejo. Estamos en la necia situación del hombre que es esfuerza por una meta que teme y de la que no tiene necesidad cumplir. Al ser humano le hace falta en realidad otro ser humano. Discusión en la biblioteca de madera; la ciencia deja paso a la consciencia y a la metafísica existencialista introspectiva, creando con sus personajes un universo dialéctico aislado.
Hari y otros visitantes! Ya os lo han advertido: repetición mecánica, copia, matriz, nostálgica reproducción. Maldita existencia de Sísifo, infausta criatura y obsceno contacto, molde consciente, juego de mímica, recuerdo material, recuerdo vivo, títere caminando sobre suelo humano, sacrificio y resurrección. Los neutrinos son una acertada elección, partículas cuya interacción con las demás es mínima, por lo que pasan a través de la materia ordinaria sin apenas perturbarla, esculpen formas de vida atómicas (admitamos que se trata de una idea más o menos disparatada); formas de vida que de desharán si se alejan demasiado del océano progenitor, haz de rayos roetgen. Amor atrofiado, delirio y desmaterializador sacrificio, resurrección... amor y neutrinos. Ella escudriña su entorno y con un plano cercano explora un cuadro nevado.
Tarkovsky mira a la ingravidez a los ojos y no aparta el objetivo, recorre pasillos en circulo pintados de rojo, se mueve entre sábanas y recuerdos, añade un acertado prólogo a la novela de Stanislaw Lem y nos traduce el lenguaje de un océano racional, respondiéndole con encefalogramas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Cuando la existencia precede a la esencia, el hombre empieza por existir, se encuentra, surge en el mundo y después se define. Si no es definible, es porque empieza por no ser nada, solo será después, y será tal como se haya hecho. No hay naturaleza humana. El hombre es el único que no sólo es tal como él se concibe, sino tal como él se quiere, y como se concibe después de la existencia, como se quiere después de ese impulso hacia la exitencia, en ese lanzarse al porvenir, es conciente de proyectarse hacia el tiempo. Proyecto inevitablemente subjetivo y responsable de si mismo, no de su estricta individualidad, sino responsable de todos los hombres. Tal es precisamente el problema del visitante, cuya esencia ya existía en la mente de un hombre, y pese a todo, no es impermeable a la vida, el miedo y la busqueda de identidad. Captarnos a nosotros mismos a través del cogito, percivir el plano de la inter-subjetividad humana.
"Ellos vienen de noche, pero uno tiene que dormir de vez en cuando. Ese es el problema, que uno ha perdido la capacidad de dormir. Cuando yo duermo, no conozco el mideo, ni las esperanzas, ni los problemas, ni la dicha... Gracias a quien inventó el sueño, la moneda común que lo compra todo, la balanza que iguala al pastor y al rey, al tonto y al sabio. Ese es el inconveniente del sueño profundo, se asemeja demasiado a la muerte."
"Ellos vienen de noche, pero uno tiene que dormir de vez en cuando. Ese es el problema, que uno ha perdido la capacidad de dormir. Cuando yo duermo, no conozco el mideo, ni las esperanzas, ni los problemas, ni la dicha... Gracias a quien inventó el sueño, la moneda común que lo compra todo, la balanza que iguala al pastor y al rey, al tonto y al sabio. Ese es el inconveniente del sueño profundo, se asemeja demasiado a la muerte."