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Voto de ArturoGMaiso:
8
Animación. Drama. Comedia Primer largometraje de Adam Elliot, ganador de un Oscar con el cortometraje "Harvey Krumpet". Narra la larga amistad por correspondencia entre un cuarentón judío y obeso de Nueva York, y una niña australiana de ocho años que vive en los suburbios de Melbourne. (FILMAFFINITY)
25 de septiembre de 2012
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Definitivamente, Mary and Max no es una película que pueda ser disfrutada masivamente. Si tú eres uno de los que no consigues conectar con ella;¡enhorabuena! Quizás, pero solo quizás, seas totalmente equilibrado. Quizás, y solo quizás, seas feliz.

Porque Mary and Max está impregnada de tristeza. Esa tristeza que proviene de sentirse solo en un mundo que parece ajeno. Esa angustia de sentirse aislado, desligado, extraño.

Porque Mary y Max, protagonistas de este film de animación australiano estrenado en 2009, son individuos que no encajan en una sociedad superficial y elitista, y que viven atrincherados en unas vidas que pronto serán olvidadas. A su alrededor, personas vacías (no todas por supuesto) que forman parte de esa maquinaria llena de oportunidades y sinsentidos.

Es la melancolía producida por la soledad lo que convierte los colores vivos de la animación tradicional, en los tonos sucios y apagados que nos encontramos en esta historia trágica, dolorosa, y divertidísima.

Porque, por supuesto, no todo en la vida es sufrimiento, y esto queda reflejado en el relato.

Adam Elliot, ganador de un Oscar por el cortometraje Hervie Krumpet (de un estilo y una temática muy similar al film que nos ocupa), ha conseguido hacer con Mary and Max la película que jamás podrá producir Pixar.

Su enorme y maravillosa falta de compromiso con el público infantil, hace de este producto algo muy especial. Temas como el suicidio, la homosexualidad o el ateísmo son tratados sin ningún tipo de complejos.

La forma que envuelve a este valiente contenido es igual de arriesgada. Apenas hay diálogos. La narración avanza de la mano de una voz en off continua. A veces esta voz es la de Mary, a veces la de Max, y en otras ocasiones es un narrador quien nos describe los acontecimientos.

El claymation o animación con plastilina contribuye a hacernos entrañables unos dibujos decadentes y feístas.

Así pues, si tú eres uno de esos individuos que ha tenido la mala suerte de sentirse solo, aislado, o desligado del mundo en alguna ocasión, en Mary and Max tienes una pequeña recompensa.

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ArturoGMaiso
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