Desde luego que no hay mayor error que el que comete Yucatán al venderse como una comedia (o lo que es peor, comedia negra) cuando en realidad es más una peliculilla sencilla de aventuras (rollo Tras el corazón Verde o La joya del Nilo, con sus diferencias) que pese a su simpleza (y un destacado apartado de producción que mucho me temo se llevó la mayoría del presupuesto) no molesta y consigue que el espectador al menos pueda ver algo diferente. Al menos a aquellas personas que están acostumbradas al cine español, que ahora está principalmente lleno de remakes de otras películas que triunfaron en otros países y de cine social.

Pero, si que es cierto que Monzón y cia, han caído en un par de errores graves, que han lastrado la cinta y que desde luego hacen que este supuesto homenaje al cine de aventuras y de estafadores, se quede en una cinta blanca de un interés medio. Poca chica para lo que se tenía.

Los errores que un servidor encuentra:

1) Exceso de personajes: Esto acaba pareciendo una de Álex de la Iglesia. Me sobran por completo la familia del personaje de Joan Pera (sobre todo los yernos, típicos a más no poder) y me falta más metraje para Stephanie Cayo (que tiene el personaje más interesante de la cinta). Otro ejemplo del exceso de personajes sería la pareja de Toni Acosta y su marido, que protagonizan el primer timo de la cinta para que luego, desaparezcan. Tiene sentido, pero se les da demasiado metraje.

2) Duración: Desde luego el fallo más gordo. Aparte de los últimos veinte minutos (que matan al filme), hay partes excesivamente alargadas (la de Toni Acosta). Intentan dar matices a todos y hacer más momentos cómicos, cuando con el lado oscuro o criminal de la historia hubiese funcionado mejor.

3) La comedia: Desde luego que las críticas que ponen al filme a caer de un burro, aciertan de lleno con esto. LA PARTE CÓMICA DEL FILME NO FUNCIONA. Las supuestas tretas ingeniosas han sido vistas antes, sobran BROMAS DE SEXO Y DE PEDOS y falta un poco de sentido del humor sobre el patetismo de los protagonistas. Los números musicales, ni fú ni fa. Me sobran pero tampoco destacan para mal.

4) Personajes cómicos (ERROR): La actriz que hace de hija menor de Joan Pera, así como Agustín Jímenez y el otro yerno están para dar de comer aparte. Ya no es sólo que los personajes sean cargantes y molestos, es que encima están sobreactuadísimos.

5) Menos tiempo a la familia, más a los timadores: La película se divide en una familia y unos timadores. Mientras que la parte de los timadores es interesante (con un más que decente Rodrigo de la Serna), la parte de la familia desprende un tufillo televisivo que a uno le pone de los nervios. Monzón tira más por el rollo familiar y deja un poco de lado la trama de los timadores (su pasado, con el jugo que eso podría haber dado).

6) Demasiado blanca: Poner a Yucatán como COMEDIA NEGRA, es ponerle la soga en el cuello a la misma. No lo es. No hay elementos de comedia negra salvo la propuesta, pero está desarrollada con un humor blanquecino (nadie está en verdadero peligro, uno ve la bondad de los personajes y demás). OJALÁ hubiesen apostado por un negrísimo sentido del humor o situaciones más ¨adultas¨. Pero no ha sido así.

Pero, también hay aciertos. Reitero que el personaje de Rodrigo de la Serna es más que interesante. Que la historia que tiene con Stephanie Cayo y Luis Tosar podría dar para una serie más que decente y que con un poco de más mala leche hubiese sido un largo más que ameno. Y porque hay varias partes del largo que a mí me hacen interesarme. Puedo seguir la historia con interés (además de algún giro de guión acertado).

En otras palabras hay una idea BASTANTE PLAUSIBLE pero con la mayoría del RELLENO FALLIDO.

Y sinceramente prefiero que se arriesgue y se falle como en el largo en cuestión, que se tire por lo típico (véase el Niño) y se haga un filme rutinario.

Y el personaje de Stephanie Cayo, pese a poder parecer prototípico, a un servidor le parece interesante (sobre todo el hecho de que vaya por su cuenta).

Y unos diseños de producción muy cuidados, todo sea dicho.

En fin, me deja a medias, pero también con una sensación de intentar contar algo relativamente nuevo, o alejarse de la constante vertiente que está sobre nuestro cine. Y para mí, eso es suficiente para darle un aprobado, JUSTO PERO APROBADO.