Para mí la mejor de la saga, para los fans más acérrimos la peor y es totalmente entendible. Fast & Furious: Hobbs & Shaw se aleja completamente del estilo que ha caracterizado a las anteriores entregas, presentándonos una buddy movie cargada de acción, chascarrillos y gracietas. Dwayne Johnson, Jason Statham y Vanessa Kirby (la cual se menciona poco en los análisis que he visto) se comen la pantalla cada vez que salen a escena, bien sea para repartir o bien para soltar el chiste de turno (de esto último prescinde bastante la hermana de Shaw).

Idris Elba, por otro lado, es el villano perfecto para poder apretarle las tuercas a nuestros protagonistas. Respecto a la trama... ¿Para qué mencionarla? Cualquier excusa es buena para estas 2 horas y 15 minutos de músculos, tiroteos y poco cerebro porque, si has visto alguno de los tráilers, sabrás que eso es exactamente lo que recibirás, lo cual no es malo.

Al contrario, particularmente me ha encantado toda la adrenalina que se respira en cada momento, sin dejar de soltar el pie del acelerador (nunca peor dicho ya que se prescinde totalmente del tema "coches") y dándole un ritmo trepidante al filme.

Por otro lado, sorprende lo mal implementado que está el CGI en ciertas escenas, sacándonos completamente de la película y estropeando esos momentos que podrían haber sido totalmente espectaculares. Una lástima.

Si esperas algo como lo visto en los avances te encantará pero, si quieres una nueva entrega de Fast & Furious te recomiendo que te alejes de la misma ya que de la franquicia solo conserva el nombre.

Por eso mismo, esta se ha convertido en mi preferida de la saga.