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España España · Valencia
Voto de sbarres:
8
Drama Francia, 1963. Anne es una joven estudiante brillante con un futuro prometedor por delante. Pero cuando se queda embarazada, ve cómo desaparece la oportunidad de terminar sus estudios y escapar de las limitaciones de su entorno social. Ante la proximidad de sus exámenes finales y conforme va creciendo su vientre, Anne decide actuar, aunque tenga que enfrentarse a la vergüenza y al dolor, aunque tenga que arriesgarse a ir a la cárcel para hacerlo... (FILMAFFINITY) [+]
28 de diciembre de 2022
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es dura, es áspera. Entre la mirada y el cuello de Anne, interpretada magistralmente por Anamaria Vartolomei, la historia avanza, las semanas pasan y su determinación de no llevar adelante su embarazo, se enfrenta con una ley que la condena a la clandestinidad, a jugarse la vida. La película es un reflejo de la soledad a la que se ve abocada, la soledad institucional le provoca una soledad social absoluta, nadie quiere saber nada, ni los médicos, ni los amigos, ni el otro, mientras sus padres no pueden saber nada.

El destino de una joven universitaria, de clase trabajadora, la primera en llegar a la universidad de su familia, queda en suspensión por aquel acontecimiento, que determina que vida llevará a partir de entonces, como ella misma dice, esta es una enfermedad que solo afecta mujeres y las convierte en amas de casa. El tema de la clase social a través de su familia, está perfectamente mostrado, hecho que hace menos comprensible el eliminar uno de los momentos donde esto tiene su cenit, donde es más injusto, justo en el mismo momento del raspado en el hospital, que es parte de la narración de la historia de la misma Ernaux en el libro, en cambio, aquí la directora decide prescindir de él. También excluye algunas manos amigas, todas o casi todas mujeres, su sororidad, que con sus limitaciones, la ayudan, que están a su lado, que mitigan, pero no deshacen la soledad, el vacío, el miedo.

La directora acierta, en cambio, en centrar la cámara en los ojos de Anna, de Anamaria, que se funden en una, esos ojos claros que miran con determinación, que muestran el dolor, la valentía, el miedo. Los peores momentos son solo su mirada y los sonidos del dolor, algunas ligeras contracciones de cadera, nada más es necesario para sentirlo todo, casi con un dolor físico, presente en el sexo de mujer que compartimos.

Ser madre cuando no sea elegir entre el hijo o la vida. Y a la misma vez poder elegir no ser madre sin que sea el hijo o la muerte.
sbarres
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