Después de hartarme de oír y leer elogios sobre esta cinta, me decidí a verla. Todavía me estoy preguntando porqué. Como documental sobre un caso de abusos sexuales a menores, no aporta nada, porque al final no queda claro si hubo o no hubo caso. Todo parece indicar que hubo asuntos muy turbios, pero al mismo tiempo da la impresión de que todo se salió de madre, incluso parece que hay supuestas víctimas dispuestas a decir lo que sea, con tal de salir en pantalla. Me veo incapaz de tomar partido por nadie, ni por las víctimas ni por los acusados porque todo es un batiburrillo de medias verdades sin pies ni cabeza.
Cinematográficamente tampoco está bien llevado, no hay un orden y los saltos temporales son continuos. Las declaraciones son interminables, y acaban aburriendo al poco rato. De hecho llegas a preguntarte si no será un falso documental, porque parece increíble que nadie pueda dejar registrado para la posteridad la destrucción de una familia.
En resumen, parece un documental para viejas del visillo, y chismosos en general. Desagradable y aburrido.